Conexión fuera del podio
Sin opciones en la jornada que hoy cierra el programa, las catalanas Ona Carbonell y Jessica Vall serán las dos únicas españolas que habrán conseguido subir al podio en el Mundial de Natación de Kazán. Carbonell lo hizo en dos ocasiones, con su plata en solo técnico y su bronce en solo libre, y Vall se colgó el viernes un inesperado bronce en la final de 200 m braza. Más allá de que los trofeos sepan a poco y se puedan justificar por la ausencia de Mireia Belmonte y el infortunio que ha perseguido en los últimos meses a buena parte del equipo, las medallas españolas tienen una curiosa conexión que revela el grado de confianza y solidaridad del grupo. Vall, investigadora en el Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques, no dudó en recurrir a este centro cuando su marido sufrió una grave enfermedad en el sistema digestivo y a uno de sus más reconocidos especialistas, el padre de Carbonell. Un hecho que unió aún más a las dos nadadoras poco antes de la cita mundialista.