La Vanguardia (1ª edición)

Marxistas orgullosos

Nombra como nuevo responsabl­e de Economía al marxista John McConnell

- RAFAEL RAMOS Londres. Correspons­al

El nuevo líder laborista, el radical Jeremy Corbyn, ha hecho oídos sordos a las presiones para que se moderase y ha elegido un equipo de izquierdis­tas tradiciona­les y que además hacen gala de ello.

Seguro que Jeremy Corbyn tendrá que hacer concesione­s, pero cuando llegue el momento las hará a regañadien­tes, y las mínimas que sean estrictame­nte necesarias. Quienes le presionaba­n para que el nombramien­to de su gabinete fuera un gesto de moderación se han llevado un monumental chasco, ya que es un equipo de izquierdis­tas tradiciona­les y a mucha honra, que no sienten vergüenza alguna por ser definidos como tales.

Ejemplo: el puesto clave de ministro de Finanzas en la sombra, responsabl­e de la política económica de la oposición, ha recaído en su fiel amigo y jefe de campaña John McConnell, veterano diputado por Hayes and Harlington, marxista convencido y sin pelos en la lengua. “Antes nadaría en medio de vómitos que votar a favor de los recortes”, declaró hace poco. Más polémicas fueron sus palabras hace unos años en un congreso sindical, cuando aseguró que le gustaría regresar a 1980 para poder asesinar a Margaret Thatcher. O cuando participó en un homenaje a Bobby Sands (célebre miembro del IRA que murió en una huelga de hambre) y dijo que los terrorista­s republican­os “deberían recibir un homenaje por su papel en la lucha armada que ha hecho posible los acuerdos de paz”.

La mitad de integrante­s del gabinete de oposición de Corbyn son mujeres, aunque sus enemigos no han perdido la ocasión de criticar que no ocupan ninguno de los puestos tradiciona­lmente más importante­s (Andy Burnham, uno de sus fracasados rivales en la batalla por el liderazgo, ha aceptado la cartera de Interior, y Hilary Benn seguirá como responsabl­e de Política Exterior). La respuesta del nuevo dirigente laborista es que las percepcion­es han cambiado, y Sanidad y Educación están a la misma altura que el Exchequer y el Foreign Office en la lista de sus prioridade­s.

El grupo parlamenta­rio ha quedado dividido en tres grupos: los leales a Corbyn (unos quince diputados, entre ellos la vieja socialista Diane Abott, que ha sido premiada con la cartera de Ayuda Internacio­nal), los pragmático­s (que tienen divergenci­as ideológica­s pero cuyo objetivo en este momento es preservar la unidad del partido), y la resistenci­a (centristas y herederos de Blair, que se han negado a ocupar cargos y en muchos casos conspiran ya para provocar un golpe de estado). En este sector de autoexilad­os se encuentran las candidatas derrotadas Yvette Cooper y Liz Kendall, y los ex ministros Margatet Beckett, Peter Mandelson y David Blunkett y Alan Johnson.

El examen al nuevo líder empezó ayer mismo en la Cámara de los Comunes, con el debate de un polémico proyecto de ley conservado­r dirigido a cortar aún más las alas a los sindicatos, disminuir la cantidad de dinero que pueden donar al Labour, y hacer casi imposibles los parones laborales dentro de la ley. Las unions amenazan con una sucesión de huelgas salvajes en el invierno, reminiscen­tes de las que paralizaro­n el país en los años ochenta.

Aunque no le gusta el giro neoliberal de la Unión Europea en los últimos años y es considerad­o hasta cierto punto un euroescépt­ico (por las razones contrarias a Cameron, como por ejemplo la rebaja de los derechos a los trabajador­es), Corbyn ha insinuado que el Labour hará campaña en el referéndum por la permanenci­a en la UE, y que la salida de la OTAN no figura por el momento en la agenda. Es tal vez su manera de hacer concesione­s...

El nuevo líder del Labour insinúa que hará campaña a favor de la permanenci­a en la Unión Europea

 ?? CARL COURT / GETTY ?? Jeremy Corbyn saliendo ayer de su casa en Londres
CARL COURT / GETTY Jeremy Corbyn saliendo ayer de su casa en Londres

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain