Masacre del EI en Siria
Dos coches bomba conducidos por suicidas mataron ayer a al menos 26 personas en la ciudad siria de Hasaka, en el este del país, controlada en su mayor parte por los kurdos. Uno de los coches bomba iba dirigido contra las fuerzas kurdas y el otro contra un cuartel del ejército de Bashar el Asad. Los dos coches también dejaron decenas de heridos y entre los muertos había al menos trece civiles, dos de ellos niños. El Estado Islámico (EI) se ha atribuido los dos atentados. Hasaka estaba dividida entre las fuerzas gubernamentales y las kurdas, sin apenas enfrentamientos entre ellos, hasta el pasado junio, cuando un ataque del EI dejó la mayor parte de la ciudad en manos de los kurdos. Las fuerzas kurdas, apoyadas desde el aire por el ejército estadounidense, han ido ganando territorio durante este año al EI. En Marruecos, las autoridades desmantelaron el pasado sábado en varias ciudades una célula del EI que introducía armas en el país magrebí. La célula, formada por cinco personas de entre 20 y 39 años, había recibido instrucciones para atentar en Marruecos antes de ir a luchar a Siria.