El batallón de Spanoulis
España busca las semifinales ante el equipo griego, bandera de un país en bancarrota
En condiciones normales el batallón de Spanoulis sería un ejército peligroso y competitivo, deportivamente hablando. En las condiciones actuales de Grecia, con el país en bancarrota y la Unión Europea presionando, el batallón de Spanoulis es mucho más porque se trata de la bandera de la cultura helénica, el estandarte de lo que un día fue la cuna de la civilización occidental. Juegan por ellos y por la gente, esa que llena pabellones hasta reventar y que, si hace falta, se salta todas las normas de la deportividad para que su equipo venza. “Queremos que nuestro pueblo se sienta orgulloso de nosotros”, resume el pívot Kostas Koufos, hijo de inmigrantes estadounidenses. “Estamos aquí para darle una alegría a los griegos”, concede Georgios Printezis. “Los griegos están como locos con nosotros”, repite el seleccionador, Fotis Katsikaris. Con ese aliciente Grecia se mantiene invicta en el Eurobasket y contra ese acicate deberá pelear España esta tarde (18.30 horas) en el cruce de cuartos de final. En la otra orilla esperan las semifinales y la lucha por las medallas y por un puesto directo para los Juegos Olímpicos.
El conjunto de Sergio Scariolo tendrá que descifrar la fórmula de Pitágoras en la fría y gris Lille para meter mano a un rival que pasa por ser la segunda mejor defensa del campeonato. Claro que España cuenta con el ataque más productivo. Sobre todo, Grecia es un equipo en mayúsculas. Vassilis Spanoulis es la brújula, el líder, el hombre que lleva la batuta. Tres veces eleMadrid gido jugador más valioso de la final four de la Euroliga y con una mente privilegiada, la primera premisa de la selección española será romper el ritmo de la estrella del Olympiacos. “Ahora jugamos más pausado porque hemos de hacerlo con el estilo de Spanoulis”, razona Katsikaris. “Sabe cuándo tirar, cuándo penetrar, cuándo pasar. Siempre toma la decisión correcta. No podemos pararle, pero tenemos que limitarle. Sin embargo, no se trata de Spanoulis, se trata de Grecia”, afirma Scariolo. “No hay que dejarle entrar bien en el partido pero nuestra tarea debe ser la de parar a todos”, opina Mirotic.
El italiano y el montenegrino tienen razón porque diez de los doce seleccionados helenos han ganado la Euroliga y cuatro de ellos estuvieron en la NBA en la última temporada. “Deberemos hacer un gran partido porque con uno bueno no nos será suficiente. Tienen un conjunto extremadamente bien armado y no nos podemos permitir las lagunas de otros días”, señala el seleccionador español.
Apenas hay diferencias entre los seis primeros anotadores de Grecia. No cuenta con un Pau Gasol, pero sí con un puñado de jugadores capaces de ser determinantes. “Hemos reunido a los doce mejo- res jugadores de Grecia y hemos conseguido que aparcaran sus egos por el bien común”, se felicita el técnico griego. “No flojean en ninguna posición, todas las tienen muy bien cubiertas”, elogia Gasol.
Son jugadores con cuentas pendientes con España, que en los últimos cuatro cruces contra los griegos ha logrado el triunfo. Así fue en los Mundiales del 2006 y 2010 y en los Europeos del 2007, con polémica arbitral, y el 2009. Porque si algo tiene este partido es una cantidad tremenda de duelos personales con conocimiento de causa. Más allá de la Euroliga, donde entre Spanoulis y los jugadores del hay algo más que rivalidad, cinco de los internacionales griegos han jugado o jugarán en la Liga Endesa. Son Bourousis, ex del Barça y del Madrid, donde lo ganó todo el último curso, Printezis (que jugó en Málaga), Zisis (en Bilbao), Papanikolau (en Barcelona) y Perperoglou, que acaba de fichar por el conjunto blaugrana. La aportación de este último en el torneo está siendo residual. Nada que ver con la del pívot Koufos, suplente la pasada temporada de Marc Gasol en los Grizzlies y que ha pasado de repudiado y de ser tratado como un traidor por no querer jugar el Mundobasket a ser considerado un hombre clave un año más tarde. Y es que Katsikaris, que entrenó al Valencia y al Bilbao, donde tiene residencia, y ahora dirigirá al Murcia, ha sabido reconducir la situación con la intención de devolver a Grecia al podio, donde no está desde el bronce del 2009. En el podio ha estado España en los últimos cuatro Europeos. “Si hubiéramos elegido un rival no habríamos escogido a Grecia, pero estamos aquí para intentar ganar el campeonato”, concluye Sergio Rodríguez. Palabras mayores.
A CARA DE PERRO El partido será un duelo personal entre viejos conocidos en cada rincón con muchas cuentas pendientes