Vilafranca ensaya por un día los horarios europeos en sus comercios y oficinas
Vilafranca del Penedès se convirtió ayer, por un día, en la capital catalana de los horarios europeos. Doscientos establecimientos comerciales y oficinas de la capital de la Alt Penedès se adhirieron a la campaña “Cambiamos el chip, cambiamos la hora” y aplicaron horario europeo.
Las cuatro entidades organizadoras de la jornada, la patronal Unió Empresarial del Penedès (UEP) y las tres asociaciones de comerciantes de la ciudad (Centre Vila, Comerç Espirall y Associació de Comerciants La Girada), recomendaron a sus asociados que abrieran más temprano, cerraran menos tiempo durante el mediodía y bajaran la persiana, como muy tarde, a las siete de la tarde, como hacen en la mayoría de países europeos. Esta experiencia piloto “pretende demostrar de manera práctica los beneficios de la reforma horaria, tanto a nivel de conciliación familiar como nivel de responsabilidad social y de mejora de la calidad de vida”, según sus promotores. Marta Vivas, que regenta una lencería en la calle Indústria y es madre de una niña que acaba de empezar ESO, dijo que la iniciativa sorprendió a sus clientes pero que “me ha valido la pena”.
Por la tarde se celebraron actividades de fomento de la conciliación familiar, las relaciones intergeneracionales y el impulso del voluntariado social, como un taller de memoria con personas mayores que explicaron a los más pequeños cómo ha cambiado Vilafranca.