ETA expira con la caída de su cúpula en Francia
Tras estos arrestos y los del pasado julio, la banda vuelve a quedar descabezada
Iratxe Sorzabal, alias Ezpela, y David Pla, alias Mintxo, considerados los dos principales dirigentes de ETA, fueron detenidos ayer por la policía francesa en una operación desarrollada en cooperación con la Guardia Civil. La captura se produjo por la mañana en la localidad vasco francesa de Saint Étienne de Baigorri y se produce apenas dos meses después de que hubieran sido arrestados otros dos dirigentes de ETA, Ignacio Reta de Frutos y Xabier Goienetxea Iragorri, detenidos el pasado 7 de julio en la localidad vasco francesa de Osses. La suma de las cuatro detenciones en tan breve periodo de tiempo deja a la banda descabezada, según precisaron ayer fuentes de la lucha antiterrorista.
Junto a los dos dirigentes de ETA fue capturado otro antiguo jefe de la banda terrorista, Ramón Sagarzazu Gaztelumendi, antiguo responsable del denominado aparato internacional, que en 2005, antes de su arresto, mantuvo contactos con los intermediarios suizos que prepararon el proceso de conversaciones entre la banda terrorista y el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Sagarzazu, alias Txango o Lohitzun, fue excarcelado en 2012 y quedó en libertad. También fue arrestado un ciudadano francés, Pantxo Flores, propietario de la vivienda donde se ocultaban los etarras.
La operación policial fue bautizada con el nombre de Pardines, en memoria del guardia civil José Pardines Acay, el primer guardia asesinado por ETA en 1968. El Instituto Armado y la dirección general de Seguridad Interior de Francia, que llevaron las investigaciones conjuntamente, quisieron simbolizar con ese nombre asociado al inicio de ETA el final de la banda terrorista. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que los arrestos constituían el “certificado de defunción” de la banda.
Iratxe Sorzabal y David Pla fueron, junto con Josu Ternera, los tres representantes de ETA que se desplazaron en 2012 a Noruega a la espera de que el Gobierno español enviara a sus delegados para abrir un proceso de negociación. Un año más tarde, en febrero de 2013, fueron expulsados del país nórdico sin haber conseguido reunirse con re- presentantes del Gobierno puesto que el Ejecutivo de Mariano Rajoy se negó a acudir a Oslo y negociar con ETA.
Los dos detenidos, además, han sido los interlocutores habituales con la Comisión Internacional de Verificación (CIV) que encabeza el srilankés Ram Mannikalingan, según informan fuentes de los servicios antiterroristas. Durante su estancia en Oslo, la capital noruega fue el escenario de las citas entre Sorzabal y Plá con Mannikalingan y otros miembros de la Comisión. La última reunión celebrada en Norue- ga en enero de 2013 entre la CIV y los representantes etarras fue muy tensa por la intransigencia de estos últimos y acabó provocando su expulsión del país nórdico.
Iratxe Sorzabal se encontraba viviendo en la clandestinidad e incorporada a las estructuras de la orga- nización terrorista en Francia desde el año 2001, mientras que David Pla, que cumplió una condena en España, estaba huido desde abril de 2010.
Tras su expulsión de Noruega, la pista de los dos etarras se había perdido, hasta el punto de que durante algún tiempo se puso en duda que estuvieran en territorio francés. Sin embargo, recientemente los equipos conjuntos de la DGSI y de la
El ministro del Interior dice que las detenciones equivalen a un “certificado de defunción” de ETA Junto a los dos dirigentes, también fue capturado otro antiguo jefe de la banda terrorista
Guardia Civil encontraron una línea de investigación que llevó a la localización de los dos dirigentes de ETA en una casa rural situada en el interior del País Vasco francés. Sorzabal y Pla, junto con otros miembros de ETA, habían decidido hace más de un año esperar a que se agotara la legislatura para ver si se producía un cambio de gobierno y era posible negociar el desarme con un ejecutivo diferente ya que con el de Mariano Rajoy no lo había sido. Su captura les impedirá llegar en libertad a las próximas elecciones generales para ver si su estrategia de dejar pasar el tiempo les daba algún rédito.