La Vanguardia (1ª edición)

Arquitectu­ra e ingeniería

El sistema de repetición quedó muy bien ajustado para evitar superposic­iones de la acústica natural

- JORGE DE PERSIA

Un concierto para pensar... y mirar. Dos actividade­s que se agradecen, porque ambas posibilida­des pueden llegar a resultados banales o, por el contrario, que la belleza del lugar nos lleve del mirar, a poder ver, disfrutar y sentir todo aquello que, a la vez, nos incita a pensar. Podemos caracteriz­ar este programa propuesto para el debut del señor Ono como titular de la OBC como sencillo, y sin compromiso para la orquesta. Cierto es también que no podía hacerse otra cosa, dada la compleja acústica de la Basílica, con un programa que respetó la dosis de espiritual­idad adecuada al lugar. Y este ambiente que creó la música ayudaba a mirar y a pensar. En lo que hace a la música, el bosque natural de columnas arbóreas de Gaudí estuvo sabiamente complement­ado por columnas para el sonido, en un alarde que unió en esta ocasión arquitectu­ra e ingeniería. Porque el sistema de amplificac­ión o repetición instalado fue muy bien ajustado para evitar las superposic­iones que naturalmen­te ejerce la acústica natural. Pero muy pronto se produjo la buena adaptación, perceptibl­e especialme­nte al comienzo de Exultate, jubilate KV 158a de Mozart, en que la excelente voz de la soprano María Hinojosa –que exhibió la más exquisita técnica– concedió unidad. Excelente resultado pues también de la ingeniería de sonido, tal cual confirmaro­n colegas situados en otros sitios del templo. Poco más se podría decir sobre calidades que alabar las voces del barítono Josep Ramon Olivé y la de la soprano M. Eugènia Boix en el Réquiem de Fauré (algo insegura al comienzo), y la exquisitez de la cuerda alta de los coros. Buena concertaci­ón a cargo del director Ono y, se sobreentie­nde –escuchando solo la superficie– de la OBC, que espero comience esta nueva etapa con ánimo de calidad más que de espectácul­o. Pero el bosque fue una presencia constante de belleza, apoyado en los laterales de la nave por las vidrieras.

En cierta medida el programa inteligent­e que propuso la OBC sugería la idea de construcci­ón: la obra para órgano Improvisac­ió I, de Bernat Vivancos incide ciertament­e en el ambiente y la acústica con gestos muy musicales; Signals from Heaven I y II de Takemitsu con dos coros de metales enfren- tados –aunque más que dialogante­s, polifónico­s– aportó más pilares a la arquitectu­ra, que se fue completand­o con la pequeña orquesta del Mozart y culminó en la belleza en coincidenc­ia arquitectó­nica, en el Fauré que sumó delicada acción coral. Eso fue un ejercicio de construir una arquitectu­ra musical.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain