La grandeza de una idea

BIELSISMO. Es obvio que el Celta no es un grande de la Liga ni por presupuesto ni por plantilla. Sin embargo, el equipo vigués es de los mejores y más atractivos del campeonato por su idea futbolística. Como buen discípulo de Marcelo Bielsa, Berizzo exige a sus hombres muchísima intensidad, presión alta para recuperar cerca del área rival y circulación rápida y descaro con el balón. Dispone de extremos desequilibrantes como Nolito y Orellana, un delantero dinámico como Iago Aspas, y apuesta por un centro del campo más creativo que físico. Por todo ello, el Celta es un rival muy incómodo que, no obstante, se vuelve vulnerable si se consigue trasladar el juego a su mitad de campo y se le obliga a defender. Su sólido inicio de Liga y su exhibición del domingo en Sevilla han puesto sobre aviso al Barça, que ya tuvo muchas dificultades ante el Celta la temporada pasada. Tras enfrentarse a dos equipos encerrados como la Roma y el Levante, el Barça se encuentra hoy con un adversario que le jugará sin complejos, de tú a tú, y al que debe igualar en intensidad para contrarrestar su atrevimiento. Si es así, la diferencia de talento hará el resto. LAS ROTACIONES. Que Luis Enrique dé entrada a varios suplentes en partidos teóricamente fáciles como el del Levante provoca inevitablemente que baje el nivel del equipo y propicia partidos que no retendremos en nuestra memoria. Sin embargo, el reverso positivo es que el asturiano puede contar hoy, de cara a un partido exigente, con varios integrantes de su once de gala descansados, incluido Piqué que regresa de su sanción. En cambio, el Celta jugó en Sevilla con todo, algo que puede pagar esta noche. PROTEGER. El sentido común dice que el Barça debería poder inscribir a Arda pero, con la FIFA de por medio, es difícil predecir si lo conseguirá. En cualquier caso, y aunque Luis Enrique no está preocupado por la escasez de efectivos, es bueno que el club defienda sus derechos y demuestre al vestuario que hará lo posible por protegerlo.