Plantar cara a la FIFA
El Barça ha tomado una decisión perfecta al pedir la inscripción de Arda Turan
En los últimos meses el Barça ha ido con pies de plomo en su relación (rota) con la FIFA. La política de la directiva blaugrana ha pretendido ser la del riesgo cero, la de no hacer ni decir nada que pudiera dar motivos, ni que fueran mínimos, al organismo rector del fútbol mundial para que volviera a sancionar al club. Nada de amenazar con acudir a la justicia ordinaria. Casi nada de declaraciones públicas quejándose. Pero esa postura prudente de no plantar cara a la FIFA no ha evitado que menores de la Masia hayan tenido que abandonar la entidad de manera incomprensible.
Los criterios de la sanción han ido cambiando al gusto de la FIFA y eso ha llevado al Barça a una encrucijada en su fútbol base. La intención de la junta de Bartomeu siempre ha sido la de que no quedara todavía más perjudicado el primer equipo, pero ahora ha decidido dar un paso adelante al pedir la inscripción de Arda Turan por el lesionado de larga duración Rafinha. Es una decisión lógica porque en el peor de los casos la respuesta de la FIFA será que no, contestación a la que está acostumbrado el Barcelona en los últimos tiempos. Pero ¿y si la respuesta fuera, sorprendentemente, que sí? El club ahora no tiene nada que perder, más allá de ver cómo se le van lesionando jugadores y no los puede reemplazar. Enero queda relativamente cerca pero en estos tres meses a Luis Enrique le vendría de perlas poder contar con el turco por la gran cantidad de compromisos de enjundia que tiene por delante su equipo. Moralmente y hasta jurídicamente puede que la razón asista al Barça. Con la letra del reglamento en la ma- no el equipo barcelonista estaba sancionado por dos ventanas de fichajes, la del pasado invierno y la de este verano. Una vez finalizados estos periodos el club debería ser tratado como uno más, con la posibilidad de incorporar a un jugador si otro, como es el caso de Rafinha, se rompe el ligamento cruzado. Es verdad que a la FIFA no le gustó un pelo que el Barcelona convenciera a Arda y a Aleix Vidal para que ficharan por el club a pesar del castigo, pero ahora se tendría que aplicar una interpretación de la justicia lógica. Es perfecto que el Barça agote todas sus posibilidades para poder adelantar la incorporación de Arda. Por motivos deportivos y por razones económicas, ya que así podría empezar a rentabilizar una inversión millonaria. Es normal que el club, al fin, verbalice sus movimientos para no dar la sensación, frustrante, de resignación. No se trata de entrar en más guerras sino de defender sus intereses de la manera más firme posible. ¿Servirá para algo?