China, la Reserva Federal y las siderúrgicas sepultan los mercados
El Ibex retrocede un 3,11% hasta los 9.550 puntos, sus mínimos desde el 2013
Los inversores tendrán que acostumbrarse: para ellos, no hay un solo día tranquilo en los mercados financieros. El clima está sucio y enrarecido en todos los parqués, y el magnífico inicio de año (hubo subidas en vertical en los primeros cuatro meses, próximas al 22% en múltiples plazas europeas) se ha difuminado por completo. Los inversores han decidido batirse en retirada y esperar a que capee el temporal. Los mercados europeos se dejaron ayer cerca del 3,5%, incluido el Ibex, que perdió el 3,11%. El selectivo español ya cede el 7% en el cómputo del 2015, hasta los 9.550 puntos. No se veía ahí, tan abajo, desde diciembre del 2013.
Lo curioso del caso es que ayer no se delineó una línea argumental, un motivo específico que justificara semejante varapalo. “Esta es una característica propia de los mercados: el nerviosismo por el nerviosismo”, dijo Xavier Brun, gestor de fondos de Solventis. “Pero se está en modo negativo. Y cuando el runrún no acompaña, entonces pueden pasar este tipo de cosas...”.
El runrún apunta en múltiples frentes. Las maniobras del Banco Central de China no consiguen estabilizar a los mercados chinos, que siguen observando cómo los inversores huyen en desbandada. La Reserva Federal no aportó tranquilidad la semana pasada, cuando decidió postergar al 28 de octubre, como muy pronto, el anuncio de la subida de los tipos de interés. Y los títulos de Volkswagen retrocedieron otro 19,8%, tras el 18% que se habían dejado en la víspera, cuando se confirmó que la firma alemana había truca- do 482.000 vehículos en Estados Unidos para burlar los controles de emisiones contaminantes. La industria automovilística, en general, vivió una sesión para el olvido, víctima del efecto contagio: Peugeot perdió el 8%; Daimler, el 7%; Renault, el 7%; Fiat, el 6%.
La industria siderúrgica añadió más leña. El aviso lo dio Outokumpu, acería finlandesa cuyos ingresos del tercer trimestre podrían verse un 10% por debajo de lo previsto. Perdió el 24,4%, y en su deriva lastró a Acerinox (-8,6%) y Arcelor (-6,1%). Ambas se encontraron entre los títulos más decaídos del Ibex. Pero su caso no fue único. En realidad, todas las cotizadas del selectivo cerraron en números rojos.
Christine Lagarde remató la faena. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que ha aumentado el riesgo de un menor crecimiento mundial, incluyendo una menor expansión de China. “Los riesgos bajistas son mayores de lo que eran”, dijo, mientras incidía en los bajos precios de las materias primas (y entre ellas el barril de Brent), el realineamiento de la política monetaria y la guerra de las divisas.
“Con todos estos ingredientes, ha habido cólera en los mercados”, dijo Brun. Daniel Pingarrón, de IG Markets, le acompañó en sus reflexiones. “No existe una explicación única ni demasiado sencilla –dijo–. De hecho, el fortísimo aumento de la volatilidad y del sesgo bajista desde que la Fed anunció que dejaba los tipos de interés en el nivel previo sigue siendo algo misterioso. Desde que se anunció dicha decisión (el pasado jueves), las bolsas europeas han perdido más del 6%”.
En su opinión, sin embargo, la tormenta debería amainar a me-
La acería finlandesa Outokumpu cayó un 24%, al hundirse sus ingresos, y arrastró a Acerinox y Arcelor
dio plazo. Los analistas interpretan que las caídas podrían haber sido excesivas, y opinan que la situación debería revertirse en el último tramo del año.
“Parece claro que existen pautas estacionales originadas tras el vencimiento de derivados de la semana pasada que están teniendo mucho que ver con lo que está sucediendo –dijo Pingarrón–. Estadísticamente, las dos semanas posteriores al vencimiento de derivados del tercer trimestre están entre las más bajistas del año”.