Retrovisor
Rick Astley Lugar y fecha: Sala Apolo, Barcelona (26/IX/2015)
Cuarenta y nueve años, sí, ya son una edad, pero tampoco tanta como para anclarse en el retrovisor. Máxime si la vida no te ha tratado muy mal, como parece ser el caso de Rick Astley, que luce una buena percha coronada por un espléndido tupé a la manera de Tin- tín, y posee un correctísimo fuelle vocal.
Sin embargo, a su paso por la sala Apolo, el cantante inglés se obstinó en mantenerse en las marcas del revival, empezando por la sintonía pregrabada que se escuchó mientras los músicos salían a escena (la de la serie televisiva El Equipo A), y continuando por comentarios tipo “todavía sois jóvenes y hermosas”, acogido con entusiasmo por una audiencia que había agotado todo el papel.
De Together forever a Never gonna give you up, Astley y sus seis acompañantes hicieron exactamente lo que se esperaba de ellos. Eso sí, aliñando el show con pinceladas de humor autoparódico que, como mínimo, hacían más llevadero el camino. Hubo también alguna sorpresa, aunque no siempre memorable, ya que cuando el cantante tomó las riendas de la batería para comandar una versión del Highway to hell de AC/ DC, era difícil no sonrojarse. Entremedias, toneladas de azúcar y sobreactuación ( Cry for help se llevó la palma), y la sensación de que Rick Astley sigue siendo tan simpático, pero también tan liviano y poco interesante, como la anterior vez que este sufrido crítico lo vio en Barcelona, allá por 1989.