Decaen los asalariados
La tecnología cambiará en diez años el 40% de los empleos
El grupo de los trabajadores asalariados reduce su peso a marchas forzadas conforme la tecnificación del trabajo incrementa la productividad, amenazando con hacer desaparecer hasta un 40% de los empleos que existen hoy en día.
El avance imparable de la digitalización y automatización de la economía está cambiando el mercado laboral a pasos agigantados. El director de investigación de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), Raymond Torres, estimó ayer que en apenas una década cuatro de cada diez empleos mutarán… o directamente desaparecerán. Esta oleada, provocada por la expansión de la tecnología, acabará afectando tanto a las relaciones entre trabajadores y empleadores, con un marcado declive de los asalariados en favor de otras figuras con menor protección y estabilidad, como en la creación o destrucción de empleo en función del sector productivo. “Se trata de un cambio crucial, que plantea el interrogante de cuál será el impacto neto. ¿Aumentará o se reducirá el empleo?”, concluyó Raymond Torres.
El representante de la OIT diagnosticó que “se está produciendo una sustitución del empleo por las nuevas tecnologías cada vez más rápida”, un proceso que ya está afectando a los servicios como los de carácter financieros, la logística..., así como en buena parte de la industria. Sin embargo, apostilló, “existe un potencial de creación de puestos de trabajo en otros sectores, como el ocio, la cultura o los servicios a las personas”. En cuanto a la relaciones laborales, Torres destacó que el nuevo “modelo no descansa tanto en el trabajo asalariado sino en el de autónomos, ‘independientes’, ‘free lances’...” En todo caso, el director de investigación de esta agencia de la ONU defendió la necesidad de que las leyes eviten que este mayor peso de trabajadores sin una relación contractual estable conlleve el aumento de los abusos. “Que cambie la economía no significa que todo vale: si la necesidad de una empresa es permanente, el contrato debe de ser permanente”.
La OIT ha analizado las 120 cambios de calado en la normativa laboral en Europa desde el 2008 para concluir que 90 de ellas han significado “una disminución en la protección de los trabajadores”. Preguntado por la última reforma acometida en España, Torres habló de aspectos positivos como la atención a los parados de larga duración o la ampliación de la protección a los autónomos, aunque destacó que no ha cumplido con la finalidad principal, la de “crear empleo más estable”. Además, calificó de “muy abultado” el empleo precario, pese a las sucesivas reformas.
Con motivo de la jornada mundial por el trabajo decente, la OIT alerta de que en España la pobreza entre los que tienen empleo se ha acentuado más que en otros países europeos. Entre el 2000 y el 2014, el porcentaje de trabajadores bajo el umbral de la pobreza –con unos ingresos inferiores al 60% de la renta media– ha pasado del 16,6% al 22%. Mientras, la media en Europa pasó del 15% al 16%.