Un pacto en peligro
Garzón inicia su campaña y acusa a Iglesias de girar al centro
La coalición Catalunya Sí que es Pot podría no repetirse en las generales, debido a la ruptura entre IU y Podemos.
La ruptura de las conversaciones entre los líderes de Izquierda Unida y Podemos para una confluencia en las generales de diciembre plantea dudas sobre el pacto alcanzado en Catalunya a fin de reproducir en esa cita la coalición que el partido morado formó para el 27-S con Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) –referente de IU en la comunidad–, así como con ICV y Equo. Alberto Garzón, candidato a la Moncloa de la formación coordinada por Cayo Lara, aseguró ayer que, una vez materializada el martes la ruptura de negociaciones con Podemos a escala estatal y para la lista clave de Madrid, “nada está cerrado y todo abierto”, amén de “confuso”, en relación con los acuerdos electorales para el 20-D pergeñados a escala territorial en Catalunya y Galicia.
Aunque EUiA y ICV son independientes jurídicamente de IU, la consolidación de su acuerdo con Podem para ir juntos a las generales mediante una coalición que se llamaría Podemos-Sí que es Pot crearía –según los de Lara– una situación extraña y difícil: EUiA e ICV concurrirían bajo el cartel de Iglesias mientras su hermano político en España aparecería combatien- do al partido emergente y a su jefe.
Garzón, que reafirmó su plan de optar a las primarias de la plataforma de confluencia Ahora en Común, empezó su campaña como “competidor” de Podemos. Lo hizo acusando a ese partido de “girar al centro” y “beneficiar al bipartidismo” con su decisión “unilateral” de rechazar la convergencia.
El candidato añadió que su concepto de “unidad popular”, con las candidaturas municipales al 24-M como modelo, no es el de un “mercado de fichajes”. Aludía al insistente intento de Podemos de captarle para que se uniera a la lista de Iglesias dejando atrás la “mochila” de IU y el PCE, una mochila de la que él se mostró orgulloso. Garzón añadió que “nunca” las conversaciones con Podemos trataron del caso personal de su posible marcha con ellos, sino de un acuerdo entre formaciones, máxime desde que el partido de los círculos se abrió a reproducir pactos como el de Catalunya en todas las autonomías y provincias.
El dirigente de IU indicó que fue Iglesias el que, después de que los delegados reunidos el martes se hubieran emplazado a seguir hablando, le contactó a él por whatsapp para decirle que lo ocurrido no dejaba otro remedio que dar por terminadas las conversaciones.
Salvo en este último detalle, Podemos dio una versión opuesta a la de Garzón sobre las causas y consecuencias de la ruptura. La dirección que lidera Iglesias aseguró que la coalición de partidos nunca estuvo en su hoja de ruta: de lo que se trataba es de convencer a Garzón –entre otras figuras “del cambio”– para que les uniera. En términos lacónicos, los podemitas sostuvieron que la ruptura en Madrid no altera los planes en Catalunya o Galicia.