El Rey garantiza a Europa la lealtad de una “España unida y diversa”
Don Felipe interviene por vez primera ante el Parlamento de Estrasburgo
Dos mensajes y un solo discurso. El Rey habló ayer por primera vez ante el Parlamento Europeo para ratificar la lealtad a Europa y, al mismo tiempo, garantizar el futuro de una “España unida y orgullosa de su diversidad”. En una intervención de algo más de veinte minutos, don Felipe hizo también una declaración de principios: “Soy europeo porque soy español”.
El rey Felipe comenzó su discurso, en la sesión solemne del Parlamento reunido en Estrasburgo, recalcando la voluntad democrática de España de seguir formando parte fundamental del proyecto europeo: “No es posible concebir España sin Europa, ni Europa sin España”. Don Felipe recordó, en un mensaje que también puede leerse en clave interna española, que “Europa se ha construido sobre la voluntad de sumar y no de restar, de aunar y no dividir”, punto en el que ratificó la lealtad a Europa de “una España unida y orgullosa de su diversidad, de una España solidaria y respetuosa con el Estado de derecho”. Recordó don Felipe que la “España democrática de las últimas décadas se ha basado en una firme voluntad de entendimiento entre los españoles”.
La intervención de don Felipe tuvo lugar al mediodía ante un auditorio en el que estaban presentes alrededor de seiscientos de los 750 eurodiputados de los que se compone la eurocámara. Los cinco miembros IU, que forman parte del eurogrupo Izquierda Plural, salieron de la sala cuando el Rey hizo su entrada en el hemiciclo, pero dejaron colgadas de sus escaños una bandera independentista gallega y otra republicana. Marina Albiol, portavoz del grupo, había presentado por la mañana, durante la sesión ordinaria, una moción pidiendo que se retirara del orden del día la intervención del Rey. Pablo Iglesias, líder de Podemos, así como la practica totalidad de los eurodiputados españoles, que suman 54 escaños, sí estuvieron presentes en la sesión solemne.
Casi treinta años después de la intervención de don Juan Carlos, que se produjo después de firma del tratado de adhesión de España a la entonces Comunidad Europea, don Felipe recordó que las personas de su generación han quedado marcadas por ese hecho que ha generado “un sentimiento de pertenencia al proyecto europeo”.
Tras repasar los retos y desafíos que debe afrontar Europa, don Felipe también se refirió al “drama de los refugiados”. “Debemos responder desde la generosidad, la solidaridad y la responsabilidad”, dijo el Rey, que concluyó con un rotundo: “No podemos defraudarles”.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, saludó, en castellano, la presencia del Rey en el hemiciclo recordando que hace treinta años el “sueño de muchas generaciones de españoles se hizo realidad, tras muchas penalidades y sacrificios,” cuando “España volvió al lugar que le correspondía en el seno de la familia democrática europea”. En las últimas tres décadas, según reconoció Schultz, “Europa ha contribuido a hacer una España mejor y más fuerte y España ha contribuido, a su vez, a hacer una Europa mejor y más fuerte”. Finalmente, el presidente del Parlamento Europeo expresó su deseo de que en el futuro España siga contribuyendo con su pasión y sus ideas al éxito de Europa. “En estos tiempos difíciles, Europa necesita más que nunca a España”, concluyó Martin Schultz antes de dar la palabra al Rey, que fue recibido con aplausos por el plenario, aplausos con los que también interrumpieron su discurso en tres ocasiones.
Tras la sesión solemne, el presidente del Parlamento Europeo ofreció un almuerzo al Rey y a la delegación española, en el que hubo intercambio de regalos. Schultz obsequió a don Felipe con un grabado antiguo de Aquisgrán y un álbum de fotos de la presencia de los reyes en las instituciones europeas y don Felipe correspondió con un libro sobre los luthiers españoles del siglo XVIII y una camiseta de la selección española de fútbol, aunando las dos aficiones, libros y fútbol, del presidente Schultz. Tras el almuerzo, se produjo un breve en- cuentro de ambos mandatarios con el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana Angela Merkel, que por la tarde intervinieron en la sesión del Parlamento. Los cuatro estuvieron juntos, a puerta cerrada, en lo que fue calificado de un “saludo de cortesía” entre el Rey, Hollande y Merkel, con Schultz como testigo.
La visita del Rey al Parlamento Europeo, calificada de Estado, el más alto rango protocolario, se produjo con motivo del trigésimo aniversario de la entrada de España en la entonces Comunidad Europea. El rey Juan Carlos estuvo en Estrasburgo, en 1986, poco después del ingreso y repitió visita al Parlamento en 1998 con un discurso que hoy adquiere plena vigencia, ya que el entonces jefe de Estado pidió a los países miembros de la ya denominada Unión Europea “no ignorar la existencia de otros estados europeos”. Se refería el monarca a la necesidad de que la Europa unida se abriera a nuevas incorporaciones con la plena integración en la UE de los países del centro y el este de Europa, entonces recientemente independizados.
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS El monarca proclama ante los eurodiputados: “Soy europeo porque soy español”
REUNIÓN A PUERTA CERRADA Don Felipe mantiene un “saludo de cortesía” con Merkel y Hollande, con Schultz como testigo