El Ayuntamiento marca los límites del proceso sobre horarios comerciales
Sólo los festivos de los meses de verano o, como mucho, alargar la temporada hasta el primero de octubre. Es el período sobre el que los vecinos y comerciantes se podrán pronunciar a partir de hoy y hasta el próximo 8 de noviembre en el proceso participativo que ha abierto el Ayunta- miento de Barcelona a través de una encuesta on line (Barcelona.cat/consultacomerc) sobre los horarios comerciales de los domingos y festivos en las zonas declaradas como turísticas. El cuestionario deja poco margen de opinión a los que abogan por unos horarios y períodos de apertura más amplios y da herramientas a los que defienden incluso una limitación aún mayor. A pesar de todo, la decisión final será política, previo análisis y debate de los resultados obtenidos.
La encuesta, que podrá rellenar todo aquel ciudadano que lo desee previa identificación, parte, como una de las opciones a marcar, de lo que ya existe actualmente, es decir, que los comercios ubicados en las zonas turísticas (17 barrios principalmente de Ciutat Vella y Eixample) puedan abrir de las diez de la mañana a las seis de la tarde los domingos de los meses de julio, agosto y hasta el 15 de septiembre, a pesar de ser esta una propuesta horaria que este pasado verano fue descartada casi unánimamente por los propios comerciantes por adaptarse poco los hábitos de compra. Otras opciones horarias que da el cuestionario municipal son abrir de 11 a 19 horas o de las doce del mediodía hasta las ocho de la tarde.
En cuanto al período de vigencia, las otras dos opciones que se dan son una más restrictiva, ceñida sólo a julio y agosto, y otra que sólo da de margen hasta el 1 de octubre, pero que está muy alejada de las aspiraciones de los comerciantes de las zonas turísticas, cuyo ideal sería abrir todos los domingos y festivos desde Semana Santa a Todos los Santos. Esta opción es más cercana a las posturas de los ejes comerciales de los barrios, más reacios a la liberalización de los horarios por entender que va en contra del pequeño comercio. La encuesta también da opción a que se pueda ampliar o reducir la zona delimitada como turística, incluyendo o sacando barrios a través de un mapa.
El proceso participativo abierto hoy, y del que se dio cuenta a
comerciantes, sindicatos y asociaciones de vecinos la tarde del martes, en una reunión con el comisionado municipal de Comerç, Miquel Ortega, plantea muchas dudas, sobre todo a los empresarios, muchos de los cuales ya lo han tildado de “brindis al sol”. La mayoría teme que su opinión como comerciantes no tenga peso y quede diluida en un ámbito de participación tan amplio y abierto a todo el mundo. También dudan de la validez real del proceso, puesto que el proyecto definitivo de apertura comercial surgirá de un debate político final que deberá aprobar el pleno del Ayuntamiento.