La Vanguardia (1ª edición)

Nabucco ‘on fire’

El hambre de ópera, el fuego real y el momento político caldean el Liceu

- Maricel Chavarría Barcelona

El Nabucco del Gran Teatre tenía las de ganar. Inaugurar la temporada con un drama lírico de Verdi sobre la deportació­n del pueblo judío –que no es de los títulos verdianos más representa­dos en el Liceu–, y hacerlo en la voz del gran Ambrogio Maestri como rey babilonio, la soprano Martina Serafin en el papel de cruel heredera al trono, el maestro Daniel Oren a la batuta y el Cor del Gran Teatre como absoluto protagonis­ta –con Conxi- ta Garcia ratificada como directora (¡felicitaci­ones!)–, esa fórmula, decíamos, está claro que no podía naufragar. Por mucha tendencia al sufrimient­o que haya en las partituras de Verdi –en contraste con esa lluvia tropical que caía en la Rambla–, y por muy austera que fuera la puesta en escena de Daniele Abbado. el montaje funcionaba.

El hijo de Claudio Abbado ha optado por trasladar la acción de esta obra de juventud de Verdi, inspirada en el Nabucodono­sor de Anicet-Bourgeois y Francis Cornue, hasta la Europa del nazismo. No transcurre en Israel y Babilonia cinco siglos antes de Cristo, sino en escenarios del genocidio, aunque suficiente­mente abstractos, pues en el imaginario del público ya subyace toda la informació­n emocional de la que precisa el regista: el cementerio que es destruido, el desierto donde buscar la verdad y un fuego. Sí, un fuego real, de propano, el que enciende la vengativa heredera cuando descubre que en realidad no es hija del rey y que en el escenario del Liceu sonaba a mal presagio. “No hay de qué preocupars­e –sostiene la dirección técnica del teatro-, el Liceu antes se inundará que volverá a arder”.

Un poco sí que subió la temperatur­a cuando antes de comenzar la función llegó Artur Mas al palco presidenci­al y un espontáneo lan- zó un “Visca el president!” desde otro cercano al escenario. La mitad de la sala irrumpió en aplausos, para visible satisfacci­ón del homenajead­o, a lo que siguió una contestaci­ón de otro espontáneo que gritó “Pilota!”.

Con todo, el Nabucco parecía por momentos algo estático. “Todo el mundo considera Nabucco como un fresco coral histórico de carácter estático, pero ¿cómo podemos considerar estático un texto teatral que de principio a fin habla de libertad, de violencia, de miedo...?”, se pregunta Abbado, sacando punta a los valores vigentes de la obra: pueblo, identidad, patria, libertad, dignidad humana...

LA OVACIÓN A LO ARTÍSTICO El público se rinde al maestro Daniel Oren y ovaciona a los cuerpos artísticos

LA PRESENCIA DEL SÍ La mitad del aforo aplaude a Mas tras el ‘Visca el president’ de un espontáneo

Verdi –insiste el milanés– habla en esta ópera de un pueblo privado de libertad y del camino que sigue hasta recuperarl­a y reafirmar su condición de pueblo libre.

“Todos venimos a ver una ópera libertaria y de la opresión de los pueblos”, se oía decir en los corrillos previos al inicio de la función. “El Liceu es afortunada­mente una casa de concordia y cultura a la que acude la gente independie­ntemente de su ideología”, comentaban otros. “No lo dudéis, le vamos a pedir un bis del ‘Va pensiero’ al maestro Oren”. Un bis que efectivame­nte se produjo, porque los aplausos llegado el final de este famoso canto coral a la libertad fueron de lo más entusiasta­s. El público se desató. Y logró la respuesta del director de orquesta israelí, que siempre es generoso llegado este momento de Nabucco. Era la primera vez en mucho tiempo que se bisaba en el Liceu, y además con un coro, acaso el único que se presta a este tipo de homenaje a la ópera.

Fuera por lo que fuese, anoche la clase política catalana, a la que siempre ha costado llevar a la ópe- ra, parecía haber tomado el teatro de la Rambla. Con Mas se sentaron los habituales, la delegada del Gobierno, María de los Llanos de Luna, el secretario de Cultura, Jose María Lasalle, la presidenta de la Diputació de Barcelona, Mercè Conesa, el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, así como a representa­ntes del propio teatro, esta vez con las incorporac­iones de Salvador Alemany como presidente del Consell de Mecenatge, y Xavier Coll, que ha sustituido a Manolo Bertrand en la presidenci­a de la Societat de Propietari­s del Liceu. El Ayuntamien­to no había enviado ninguna autoridad. Estaba prevista la presencia de Berta Sureda, la comisionad­a de Cultura, pero tuvo que excusarse por razones de índole personal. Pero lo verdaderam­ente curioso tenía lugar en el palco de al lado, donde se diría que las elecciones del 27-S estaban todavía por celebrarse: Oriol Junqueras, de ERC, compartía espacio con Miquel Iceta (PSC) y Xavier Garcia-Albiol (PP). Y de hecho también se esperaba a Inés Arrimadas, de Ciudadanos, quien finalmente se excusó.

Pero el amo de la sala fue Oren, el que se llevó los mayores aplausos. Orquesta y coro satisficie­ron, así como Maestri, el barítono italiano que ya se distinguió en temporadas recientes en un papel cómico de L’elisir d’Amore y en el del Baró Scarpia, de la Tosca de Puccini, y que ayer estuvo algo falto de agilidad en algunas arias. Martina Serafin -la tuvo el Liceu de Mariscala del Caballero de la Rosa, no hace tanto- también se llevó su ración de aplausos.

El teatro lucía ayer, más por dentro que por fuera. Había desplegado la alfombra roja y repintado las paredes del hall. Y es más, había dispuesto una nueva señalizaci­ón trilingüe –el teatro aspira así a la internacio­nalización (de los 36 periodista­s que había en la sala, media docena venían de fuera)– con la que es más fácil hallar el camino hasta las localidade­s. Sin embargo, la fachada desentonab­a: el Cercle del Liceu lucía en su balcón una malla verde para evitar desprendim­ientos. ¿Qué hay de los permisos del Ayuntamien­to para iniciar la reforma de la tan atrotinada fachada? Abajo, los trabajador­es se manifestab­an: el teatro sigue debiéndole­s pagas después de haberse bajado el sueldo y efectuado despidos.

 ??  ?? Una escena del primer acto del montaje de Nabucco que se estrenó anoche en el Gran Teatre del Liceu
Una escena del primer acto del montaje de Nabucco que se estrenó anoche en el Gran Teatre del Liceu
 ??  ??
 ?? JORDI PLAY ??
JORDI PLAY

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain