En las redes de la artista-araña
La creadora japonesa Chiharu Shiota expone una amplia muestra de su trabajo en la Fundació Sorigué de Lleida
AChiharu Shiota (Osaka, 1972) se la ha definido en alguna ocasión como una maravillosa artistaaraña que teje en el espacio gigantescas mallas de lana en cuyo interior quedan atrapados recuerdos y huellas (llaves de casas que ya no volverán a abrir, zapatos viejos, vestidos de novia, muebles quemados...) como enredados en la madeja de la memoria. La presencia que hay detrás de la ausencia; ese es el gran tema de su arte. Su instalación para el pabellón japonés de la actual Bienal de Venecia – The key in the handy, una monumental nube roja de la que penden 50.000 llaves conectadas a dos barcazas– continúa suscitando olas de admiración entre los visitantes, y, sin necesidad de ir tan lejos, ahora mismo puede verse una muestra de su trabajo en la Fundació Sorigué de Lleida, donde además la japonesa afincada en Berlín ha creado una nueva y monumental instalación.
Chiharu Shiota es una artista que se rifan en bienales y museos de todo el mundo, y su presencia en Lleida no es casual. Ella será una de las artistas que tendrá una presencia permanente en Planta, el ambicioso proyecto que impulsa la Fundació Sorigué en el Polí- gono de Menàrguens, y cuyo protagonismo, entre montañas de grava y cultivos ecológicos, compartirá con nombres como Bill Viola, Wim Wenders y Anselm Kiefer. De hecho, His chair, la pieza que abre la exposición viene a ser un anticipo de la instalación site specific que desarrollará en Planta aunque sumergida a varios metros bajo tierra. Se trata de un muro formado por ventanas que la artista, recién llegada a un Berlín Oriental en proceso de reconstrucción, recuperó de entre los miles que encontraba cada día apiladas en las calles. Shiota da una nueva dimensión espiritual a las reliquias de la era comunista. “Encierran mucha experiencia y mu- cha memoria. A través de ellas la gente miraba hacia un Occidente al que no podían acceder, y también desde fuera se asomaban para ver lo que había en su interior”, explica la artista.
Shiota, también performer (se formó con Marina Abramóvich) fue primero pintora antes de descubrir que los hilos de lana negra (el color de la tinta) le permitían dibujar en el espacio, estableciendo con los hilos una analogía de sus propios sentimientos y estados de ánimo. Imposible mentir. Estos días lo han comprobado la treintena de personas (estudiantes universitarios y también trabajadores de la gravera) que le han
La artista teje en el espacio gigantescas mallas de lana en cuyo interior quedan atrapados recuerdos
ayudado a tejer la impactante In the beginning was… , que toma su título de la primera frase de la Biblia, y en la que por primera vez utiliza la piedra, tres toneladas salidas de la gravera de Sorigué y que ahora, ganadas para el arte, aparecen suspendidas en el aire, como detenidas en medio de la caída.
La exposición, en la que se incluyen fotografías y vídeos de una de sus primeras performances, cuenta también con una instalación participativa para la cual pidió a los leridanos que enviarán zapatos usados con una pequeña nota explicativa sobre su vinculación con él. Ahora aparecen unidos entre sí por un hilo rojo en forma de abanico.