Colecta para un Sorolla
El ministerio espera recaudar 43.000 euros con los nuevos incentivos al mecenazgo
El Ministerio de Cultura ha iniciado una campaña de micromecenazgo para adquirir la obra Almendro en flor, del valenciano Joaquín Sorolla, una iniciativa que quiere probar este nuevo método de financiación.
El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, a través de la dirección general de Bellas Artes, y la Fundación Sorolla han lanzado la primera campaña de micromecenazgo en España para la adquisición de una obra de arte que se integrará en una colección pública. Se trata de Almendro en flor, de Joaquín Sorolla (1863-1923), un cuadro de pequeño formato pintado en torno al año 1889, realizado por el artista durante una estancia en la ciudad italiana de Asís. El cuadro, perteneciente a una colección privada, iba a salir a subasta pero Cultura llegó a un preacuerdo para su adquisición por 43.000 euros, cifra que espera recaudar a través del operador de patrocinios Verkami.
La campaña, que estará abierta 40 días –hasta el 17 de noviembre–, tiene un doble objetivo. En primer término, la adquisición de una obra de la etapa de juventud del artista, que está escasamente representada en la colección del Museo Sorolla de Madrid –que es casa-museo, pues se halla en la casa en que vivió y murió el pintor–. El cuadro perteneció a Elena Sorolla, hija menor del artista, y posteriormente fue adquirida por un particular. La estancia de Sorolla en Asís fue de singular importancia para su evolución artística posterior. Acaba de casarse con Clotilde García del Castillo, y había vivido, pensionado por la Diputación de Valencia, en Roma, donde había tomado contacto con el arte clásico y renacentista, y desde donde también se había desplazado a París, don- de conoció el impresionismo. En esa breve etapa en Asís, inmediatamente antes de volver a España, Sorolla se fajó con el paisajismo y los cuadros de pequeño formato, entrenando el ojo y la mano, y abandonó de forma definitiva el realismo historicista que ya le había convertido en un pintor de cierta fama en España merced a obras como Defensa del parque de artillería de Monteleón (1884) o El crit del palleter (1884). Confundido como estaba en aquella época debatiéndose entre el academicismo y las pujantes vanguardias, en Asís halló “el comienzo de mi camino recto, del que no me he separado un solo punto”, diría años después. Aunque el estilo definitivo de Sorolla, conocido como luminismo, no lo abrazaría hasta la década siguiente, tras un nuevo viaje a París, en 1894, las bases de su técnica de captación y plasmación de la luz y el color de exteriores naturales comenzó a gestarse con sus pinturas de la etapa de Asís.
La campaña, en todo caso, tiene un objetivo más de fondo para el Gobierno: testar el funcionamiento de los incentivos fiscales al mecenazgo y los micropatrocinios recogidos en la reforma fiscal que entró en vigor en enero pasado, al tiempo que se dan a conocer las diferentes modalidades de desgravación. Otras administraciones, como la francesa, ya han acudido a iniciativas de concurrencia social de patrocinios para proyectos artísticos. En 2013, el museo del Louvre abrió una campaña de crowdfunding con el ambicioso objetivo de restaurar la Victoria de Samotracia (190 a. C). El museo parisino se decidió por esta modalidad de financiación después del éxito que otras iniciativas similares del Louvre habían tenido desde que en 2010 iniciaran este camino con la campaña para la compra de la tabla Tres gracias (1530), de Luis Cranach el Viejo.
La iniciativa fue presentada ayer en la casa museo de Sorolla en Madrid por la directora del centro, Consuelo Luca de Tena, y el director general de Bellas Artes, Miguel Ángel Recio, que hicieron un llamamiento a los admiradores de Sorolla para que participaran en esta adquisición, que, además de a las desgravaciones recogidas por la ley, da derecho a figurar en la ficha de catalogación, a recibir una reproducción digital y a visitar el museo
El pequeño óleo, ‘Almendro en flor’, pertenece a un coleccionista privado e iba a ser subastado
gratis (hasta con tres acompañantes y durante un año, en virtud de la cantidad). La desgravación que opera es del 50% de la aportación para los 150 primeros euros y del 27,5% para el resto.
La dirección general de Bellas Artes asegura que si la iniciativa funciona, en lo sucesivo se aplicará a otras adquisiciones y proyectos de instituciones culturales públicas. De no alcanzarse los 43.000 euros, Cultura buscará mecanismos para completar el coste de la compra.