Tres días de humillaciones
Tres días de amonestaciones, humillaciones públicas y una prueba de resistencia agotadora en un campo de instrucción militar. Tal ha sido el castigo que han recibido 53 aspirantes a artistas en Tailandia por un vídeo de algo más de un minuto colgado en You Tube. El correctivo ha provocado inquietud en buena parte de la opinión pública tailandesa, que ha encontrado la medida escalofriante.
El caso tuvo lugar el pasado mes de septiembre, pero hasta hace pocos días no trascendió. Fue la respuesta que dieron las autoridades de la escuela de cine de la Universidad Suan Sunandha Rajabhat de Bangkok a la novatada que llevaron a cabo 53 alumnos. Su delito fue publicar un vídeo en internet en el que aparecen un grupo de chicos y chicas, completamente vestidos, bailando y realizando movimientos eróticos, mientras otros los aplauden. Los medios sociales no dudaron en definirlo como baile de hacer el amor, según el Bangkok Post.
El castigo por tal iniciativa fue aplicarles un nuevo tipo de sanción disciplinaria, denominado ajuste de actitud. Se trata de una iniciativa impulsada por la junta militar que gobierna Tailandia desde mayo del 2014 y que consiste en imponer un cambio de talante de la gente, como método para silenciar a los críticos con el régimen.
Las autoridades convocan a los que consideran disidentes en las bases militares y los encarcelan varios días, los interrogan y les obligan a admitir sus transgresiones y a firmar un documento en el que se comprometen a no repetirlas. Una práctica que los grupos de defensa de los derechos humanos han criticado ampliamente.
En su caso, los estudiantes fueron trasladados a un campo de entrenamiento de la academia militar Chuchomklao, al noreste de Bangkok. Una vez allí les confiscaron los móviles y les sometieron a unas duras actividades durante tres días, con reprimendas y burlas igual o peores que sus novatadas.
“La idea es doblegarlos. Destruir su ego. Humillarlos. Y entonces volver a empezar”, señaló el sargento Kongsak Klaeiklang, que se encargo de su adiestramiento, según la prensa local. Y para empezar, el militar recurrió a lo mas parecido a una novatada estudiantil: escogió a un estudiante con sobrepeso, lo identificó como un hipopótamo y entonces animó a los otros a bailar como los hipopótamos. El juego terminó con los equipos perdedores obligados a caminar como los elefantes, inclinados hacia adelante formando una cadena humana, agarrándose de las manos entre las piernas.
También fueron conducidos a una húmeda selva infestada de mosquitos. Sometidos a diferentes novatadas bajo la lluvia. A tirarse y arrastrarse sobre lodazales y saltar sobre una barrera de fuego.
El hecho en sí de castigar a los estudiantes por la novatada no creó apenas revuelo en la sociedad tailandesa. Las escuelas públicas de este país del Sudeste Asiático mantienen unas normas muy rígidas. El uniforme es obligatorio y algunos maestros aún manejan las cañas de bambú para imponer disciplina en las clases de secundaria.
La inquietud la provocó, en cambio, el hecho de acudir a los militares para castigar una novatada universitaria. Algunos analistas, alarmados, consideran que se trata de un mensaje escalofriante. “La orden de enviar a los estudiantes a que se reformen en un campamento militar es tan inapropiada como la novatada en sí misma”, subrayó el
Bangkok Post en su editorial sobre este asunto. Para la columnista Sanitsuda Ekachai es una señal clara de que “el país se encamina con todas sus fuerzas hacia un estado militar”.
Otras voces críticas con el Gobierno militar del general Prayuth Chan Ocha opinan que aplicar el concepto de ajuste de actitud que utiliza el régimen a las novatadas universitarias tiene como objetivo intimidar a los jóvenes y disuadirlos de expresarse libremente, más que intentar modificar su comportamiento.
Tailandia envía a 53 estudiantes a un campo militar como castigo por una novatada El delito de los estudiantes fue colgar un vídeo con movimientos eróticos en YouTube