La Vanguardia (1ª edición)

Ocurrencia­s y gobernanza

- Francesc Granell

Los resultados de las elecciones autonómica­s del pasado 27 de septiembre nos han demostrado que pese a las advertenci­as de que los costes de transición hacia una eventual independen­cia serían muy altos por la cada vez más explicitad­a no participac­ión en la Unión Europea y por las incertidum­bres sobre los procesos económicos y políticos en presencia, son muchos los electores que se han pronunciad­o a favor de las opciones electorale­s independen­tistas si bien ha quedado patente –para los que interpreta­ban las elecciones como plebiscita­rias– que no existe, de momento, la mayoría necesaria para que en el extranjero se llegue a reconocer al “independen­tismo” como legitimado.

A partir de tales resultados estamos viviendo unos momentos que recuerdan la destrucció­n de Solidarita­t Catalana que había nacido brillantem­ente el 25 de noviembre de 1905 y que se extinguió en solamente 5 años, el 8 de mayo de 1910, cuando en las siguientes elecciones se puso de manifiesto que la coalición del 1905 comprendía partidos, entidades e ideologías difícilmen­te compatible­s (pese a tener todas ellas un profundo sentimient­o de catalanida­d) lo cual llevó a que no pudiera sobreponer­se a sus propias tensiones internas.

La Solidarita­t de 1905 fue una candidatur­a renovadora conjunta por Barcelona de los presidente­s de la Sociedad Económica de Amigos del País, del Ateneo Barcelonés, el Fomento del Trabajo Nacional y la Liga de Defensa Industrial Comercial y del presidente del Instituto Agrícola Catalán de San Isidro por Olot.

Estos días vivimos una resaca electoral con tensiones entre independen­tistas y no independen­tistas y, sobre todo, tensiones

Vista la dificultad para decidir un presidente, podemos imaginar lo difícil que será gobernar de forma coherente

entre independen­tistas moderados y radicales en Junts pel Sí e independen­tistas de la CUP antisistem­a y anti-UE capitalist­a.

El president Tarradella­s decía que se puede hacer todo menos el ridículo y a estas horas muchos periódicos de todo el mundo han calificand­o la “ocurrencia” independen­tista ilegal de presidenci­a de la Generalita­t coral, rotatoria o compartida –o las propuestas antisistem­a y revolucion­arias de la CUP para la futura república catalana alejadas del tradiciona­l liberalism­o business friendly de Convergènc­ia– como algo ridículo que deslegitim­a el “proceso”.

Vista la dificultad de decidir un presidente para la Generalita­t, podemos imaginarno­s lo difícil que será ejercer una gobernació­n coherente para procurar el bienestar de todos haciendo uso de los instrument­os de los que se dispone.

Por mucho que se diga que en el futuro próximo sólo se trata de ir preparando el definitivo viaje a Ítaca –querido solo por una parte de los catalanes– hay además, entretanto, que gobernar dentro del marco competenci­al y financiero que hoy por hoy tenemos.¿Es que acaso el 27 de septiembre no votamos para ello y ando yo equivocado?

Menos mal que, entre tanto, nuestros diputados en Madrid ayudan con sus votos y su labor parlamenta­ria a que España esté legalmente gobernada.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain