Unió y el PSC denuncian inestabilidad y parálisis
“La inestabilidad ha llegado. El espectáculo ha comenzado. Estamos en el primer acto. La función puede ser larga y, sobre todo, puede salirnos muy cara”. Así de contundente se muestra el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, en su carta web semanal, en la que sostiene que la CUP “no puede ser responsable de hacer inviable el proceso, pero tampoco pueden renegar de lo que son”.
Duran analiza las condiciones pues- tas por la CUP para la investidura del presidente de la Generalitat y al respecto asegura que él no quiere para Catalunya el camino de “la unilateralidad, la ilegalidad y un proceso constituyente acordado en plazas y calles a mano alzada”. Y no se declara sorprendido por el hecho de que Raül Romeva fuera recibido en la conferencia política de la CUP del jueves con gritos de “president, president”, porque, “ideológicamente, Romeva es el más cercano a la CUP”. “A mí lo que me sorprende es ver a otros dirigentes aplaudiendo en primera fila”, subraya en alusión a dirigentes de CDC que también asistieron al acto.
Desde el PSC, su portavoz, Eva Granados, consideró que “hay una situación de parálisis” después de escuchar la posición de la CUP. Joan Coscubiela, de ICV, se mostró extrañado, por su parte, del planteamiento de la formación de la izquierda anticapitalista y manifestó que le parece “absolutamente increíble que la CUP pueda llegar a pensar que la ruptura social y económica que plantea pueda liderarla una candidatura como Junts pel Sí”. Y para Inés Arrimadas, de C’s, Mas y la CUP están “echando un pulso” para ver “quien tensa más la cuerda desafiando el orden democrático”.