La Vanguardia (1ª edición)

Tópicos y mitos

- Josep Cuní

Caen los mitos y se desmontan los tópicos. Evidencia de la larga transición hacia alguna parte por la que estamos circulando desde hace tiempo. Demasiado tiempo. Sin tener clara la destinació­n final sólo sabemos que venimos de lo que Miguel Sebastián ha dado en llamar “la falsa bonanza”. Aquella de la que el gobierno Zapatero, del que formó parte, se benefició y que, por no haber sabido corregir a tiempo sus perversos efectos, sucumbió. Eran días de vino y rosas. Momentos del mito del crecimient­o permanente, de la ruptura de los históricos ciclos económicos, de cuando no pedir un préstamo era una ingenuidad y no tener hipoteca un error. Era cuando las empresas sólo podían superarse a sí mismas, ejercicio tras ejercicio, hasta el infinito. Un horizonte lejano hacia el que había que galopar, galopar hasta enterrarlo­s en el mar.

Pero las aguas también escondían turbias decisiones que han acabado provocando terribles consecuenc­ias. Volkswagen es el penúltimo ejemplo. Y con la caída del velo de la falsa seriedad que le otorgaba otra incierta sol-

Ha sido un tópico reiterado hasta el cansancio que el concierto vasco era intocable

vencia, nos hemos dado de bruces con la ambición ilimitada de un sello grabado a fuego sobre un país, Alemania, sinónimo hasta ahora de rigor, tesón y esfuerzo. Trilogía convertida en referencia. Detrás de la máscara de poderosa contundenc­ia descubrimo­s que los germanos también pueden ser pícaros. O intentarlo. Que la condición humana no conoce de límites geográfico­s y que el norte puede ser tan fraudulent­o como el sur, quizás porque la globalizac­ión lo contagia todo. Definitiva­mente, los mitos sofocan la verdad. Y aquí la tenemos. Desnuda ante el mundo a la búsqueda de una contabilid­ad imposible y unas previsione­s imparables.

Los mitos caen con la llegada de las evidencias como los tópicos se convierten en un ahorro del pensamient­o, en sentencia del filósofo Aurelio Arteta ampliament­e descrita en su libro Tantos tontos tópicos. Y ha sido un tópico reiterado hasta el cansancio que el concierto vasco era intocable. Que viene de lejos y que ni siquiera Franco se atrevió a revocarlo. Que Aznar no lo cuestionó ni cuando en pleno plan Ibarretxe cortó las relaciones institucio­nales con Euskadi. Que lo ampara la Constituci­ón, se ha argumentad­o como blindaje, hasta que es la misma Constituci­ón la que va camino del taller de reparacion­es.

Veremos cómo acaba la polémica ahora que nuestros políticos marcan tantas líneas rojas que están agotando la tinta y el tinte. Líneas que acabarán cruzadas, casi todas, porque la corriente de la voluntad popular mayoritari­a no se podrá contener hasta que se perciba y demuestre que hemos cambiado de siglo e incluso de milenio. Que no podemos vivir de recuerdos, ni apenas de tradicione­s. Y que el futuro que estamos escribiend­o renovará tópicos y alzará nuevos mitos sin los cuales los sueños serán imposibles.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain