GUSTA SU ‘BRUSHING’
No es la primera que renace, rejuvenece y se reconcilia consigo misma a golpe de Photoshop. Eso lo han hecho muchas y son más las que lo callan. Pero Valérie Trierweiler sí es de las pocas que reconoce que la magia está allí, en esos toques digitales que nacieron para no ser vistos pero que en muchas ocasiones pasan a tener más protagonismo que la propia foto. Vaya, que se le aplaude que admi- ta que en su sesión de fotos para la revista japonesa que ha dado la vuelta al mundo hay más trampa que verdad. Su gesto habla en su favor por primera vez desde que removió el Elíseo con su librovenganza Merci pour ce moment para abordar su relación y escandalosa ruptura con François Hollande presentándose como una enamorada apasionada, posesiva y loca por el hombre que la trai-
cionó por una más joven... claro. Admitiendo que es el Photoshop y el talento del equipo japonés la razón de su comentado cambio, confirmaba que sí, que está espléndida porque está dispuesta a dejar atrás rabias y rencillas. ¡Eso sí que quita arrugas! ¡Más que el Photoshop. Lo importante es que ha gustado y se podría decir que a casi todos. Hasta a su ex, ha corrido para dar su aprobado con un comentario que denota unos conocimientos estilísticos sorprendentes en un presidente de la República. “Me gusta su brushing”, dijo para hablar del aspecto de la melena de quien le amó y le ridiculizó con idéntico ímpetu Lo curioso es que su declaración llegó sólo unas horas antes de que se resolviera su propio asunto fotográfico, el de las fotos no autorizadas en que se le veía junto a Gallet publicadas por las revistas del corazón Voici y VSD. Aunque allí no hubo engaño digital también este capítulo encierra un poco de trampa. 1.500 euros es la multa simbólica para cada revista. Y hasta la próxima.