Mas pide a la CUP que no estropee lo logrado hasta ahora
El president lanza un mensaje optimista a las bases de CDC: “Saldremos adelante”
Artur Mas lanzó ayer un mensaje de optimismo a las bases de CDC ante la compleja negociación que mantienen Junts pel Sí y la CUP. “No es la primera vez que nos encontramos con dificultades; saldremos adelante”, afirmó el president en funciones. Mas se dirigió también a la CUP, al advertir del riesgo de que “lo que hemos conseguido entre muchos” lo “estropeemos unos pocos”. Reiteró que la política sabrá estar a la altura.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad ante la situación de impasse político que vive Catalunya. Pidió tiempo y paciencia para llevar a buen puerto las negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP, que reconoció que serán “difíciles”, pero se mostró convencido de que la política sabrá estar a la altura de la ciudadanía. “Siempre hemos salido adelante y no porque las cosas no fueran complicadas. Esta vez también saldremos adelante”, afirmó. Ante el nuevo escenario dibujado por las urnas el 27-S, Mas pidió a los soberanistas tener “claridad de objetivos, coraje y persistencia”, para no dejarse confundir por la interpretación de los resultados “miope” y “cínica” del Estado español. Y reclamó a la CUP que “el mandato de las urnas sea respetado”, para que “lo que hemos conseguido entre muchos no lo estropeemos unos pocos”.
En el primer consejo nacional de CDC después de las elecciones, el presidente en funciones consideró “legítima” la posición de la CUP en las negociaciones para investir un nuevo presidente de la Generalitat y formar gobierno, pero pidió que no se pierda de vista “el peso que las urnas otorgaron a cada uno”. Mas recordó que Junts pel Sí, la candidatura en la que él mismo figuraba como número 4, obtuvo 1,6 millones de votos, el 40%, 62 de los 135 diputados, y la CUP consiguió 10. “Esa es la proporción y el peso de cada uno”, y reclamó que se respete en las negociaciones.
Pese a la apariencia enrocada de las posturas, Mas se mostró optimista respecto a una solución satisfactoria. Rememoró el tortuoso camino recorrido por el proceso cata- lán los últimos tres años y las distintas etapas resueltas para alcanzar el 27-S, desde el portazo al pacto fiscal, la derogación de la declaración de soberanía, las negociaciones para llevar a cabo el proceso participativo del 9-N o el largo debate sobre la conveniencia o no de la lista unitaria. “No es la primera vez que nos encontramos ante una dificultad –dijo–, más de una vez parecía que estábamos en un callejón sin salida y que el proceso estaba liquidado, pero conseguimos salir adelante, y ahora también será así”. Y para ello reclamó “tiempo, habili- dad y sentido de país en la negociación”.
La apelación al tiempo, a no dejarse llevar por la impaciencia, que ha sido una constante por parte de Convergència a lo largo de todo el proceso, volvió a aparecer ayer, tanto en referencia a la negociación con la CUP como a las negociaciones que el nuevo Govern deberá llevar a cabo para cumplir con la hoja de ruta planteada durante la campaña. En este sentido, el president pidió que no se infravalore la mayoría soberanista obtenida en las urnas el pasado 27 de septiembre, “no fue un 51% soberanista, pero fue un 48% de sí frente a un 39% de no, estamos con la miel en los labios, nunca hemos estado tan cerca, y eso es más importante que alcanzar un acuerdo en quince días”, declaró.
También reivindicó que el partido que lidera, Convergència, ha contribuido a ampliar la base del soberanismo y al “cambio radical de mentalidad” que se ha producido en muchos catalanes, que en muy poco tiempo han pasado de un esquema autonomista a otro de auto-
“Junts pel Sí 62, CUP 10, esa es la proporción que el 27-S otorgó a cada uno” “No es la primera vez que nos encontramos con dificultades, saldremos adelante”
gobierno, y afirmó que “este cambio de mentalidad está aquí para quedarse”. Pero advirtió, “si hay una grieta, el conjunto se debilitará”.
Frente al “ejercicio democrático de altísima calidad” llevado a cabo por los catalanes el pasado 27-S, Mas recriminó al Gobierno del Estado “cinismo”, “miopía política” y “prepotencia chulesca” en la interpretación de los resultados electorales. Afirmó que dicha reacción era “conocida, previsible y confirma que con este tipo de gente es difícil construir cosas positivas de largo alcance”.
Tachó de cínico al Gobierno del PP por haberse negado durante toda la campaña a aceptar el carácter plebiscitario del 27-S y, en cambio, afirmar al día siguiente que “los independentistas han perdido el plebiscito”. Consideró como una grave “miopía política” la incapacidad de las fuerzas contrarias al soberanismo, incluido el PSC, de reconocer que Catalunya es una nación, cuan-
“A los soberanistas les interesa tener claridad de objetivos, coraje y persistencia” “Cualquier Estado con una mínima solvencia democrática hubiera retirado las querellas” “Catalunya debe estar representada hasta el día después de lograr la independencia”
do a su entender, “el 9-N y el 27-S Catalunya se comportó como una nación, defendiendo sus instituciones y ejerciendo su derecho a decidir”. Y calificó de “prepotencia chulesca” la actitud del Gobierno que preside Mariano Rajoy de no retirar las querellas contra él, la exvicepresidenta Joana Ortega y la consellera Irene Rigau después de que la participación el 27-S alcanzase el 77%.
“En cualquier Estado con una mínima solvencia democrática, con el nivel de participación que ha habido, en vez de ordenar que el fiscal jefe de Catalunya asista la próxima semana a los procedimientos judiciales, tendría que haber retirado las querellas”. Para Mas, el 27-S avala todo lo que se ha hecho hasta ahora, es un gran aval democrático a lo que pasó el 9-N. “Pero éste es un juicio que tiene poco que ver con la ley”, y, añadió, “otra cosa son las operaciones de acoso y derribo que se construyen en los despachos del Estado”.
Por último, llamó a no perderse en disquisiciones internas y olvidar que dentro de pocas semanas habrá elecciones generales en España. Mas destacó la importancia de que el independentismo esté representado en las instituciones españolas y europeas, y avisó de que las elecciones generales deben “interesar a los catalanes hasta el día después de que se consiga su independencia”. Porque si el próximo 20 de diciembre el soberanismo no obtiene un buen resultado, sus rivales argumentarán que “el proceso se está deshinchando”.