Mudanza en el Parlament
Los nuevos diputados deben prometer la Constitución y el Estatut y presentar declaración de actividades y bienes
Tiempo de mudanzas en la Ciutadella. El Parlament echa el cierre a la décima legislatura y en las dos últimas semanas los diputados que se van han ido vaciando sus despachos, dando paso a los nuevos con sus cajas de mudanza, llenas básicamente de libros y documentos. El nuevo curso político arranca este mes, en un pleno aún sin fecha pero que debe celebrarse como tarde el lunes 26. Los diputados electos el 27 de septiembre están entregando ya las credenciales en la Cámara, aunque no adquirirán la plena condición de diputados hasta que cumplan el trámite de jurar o prometer por escrito que respetarán la Constitución y el Estatut y presenten una declaración de actividades profesionales, laborales o empresariales –también los cargos públicos que ocupen– y una declaración de bienes, en la que debe constar todo su patrimonio (inmuebles, cuentas corrientes, acciones, depósitos bancarios o participaciones em- presariales). Desde la entrada en vigor de la ley de transparencia, el 1 de julio, esta información se puede consultar en la web del Parlament. Junto a estos trámites, deben presentar cada año la declaración de renta y de patrimonio.
También es pública la información de sus retribuciones. Los diputados reciben un sueldo fijo y un complemento –sólo uno– por responsabilidad dentro del grupo parlamentario o en los órganos parlamentarios (si es miembro de la Mesa de una comisión). Y además perciben una indemnización mensual en función de la distancia desde su casa al Parlament, que va de los 1.543 euros mensuales para los diputados que viven en el área metropolitana a los 2.172 euros, para los que viven a más de 191 kilómetros. El sueldo base (sin esta indemnización) oscila entre los 37.330 euros brutos anuales de un diputado raso a los 74.846 euros de un presidente de grupo parlamentario.
El presidente del Parlament es el cargo mejor retribuido, con 121.679 euros brutos; los dos vice-
Un diputado raso gana unos 3.400 euros y al cesar no cobra paro ni pensión De Gispert cobrará cuatro años 97.000 euros y luego la pensión vitalicia de 73.000 Los consellers que no repitan pueden cobrar unos dos mil euros durante 18 meses
presidentes cobran 88.006 euros, y los cuatro secretarios de la mesa, 68.725 euros.
Los diputados cobran su sueldo hasta que empieza la nueva legislatura. Cuando dejan el escaño, no tienen pensión ni subsidio de paro, pero sí pueden cobrar una especie de finiquito, la cesantía, si no reciben ninguna otra retribución, y ésta se calcula en función de los años de ejercicio.
Los expresidentes del Parlament sí tienen derecho a cobrar, como mínimo durante cuatro años y como máximo durante la mitad del tiempo que han estado en el cargo, una asignación mensual del 80% de lo que cobraban estando en ejercicio. Finalizado este plazo, si han cumplido 65 años, tienen derecho a una pensión vitalicia, del 60% del sueldo. Núria de Gispert cobrará durante cuatro años el 80% del sueldo, unos 97.000 euros, y posteriormente la pensión, de 73.000 euros, dado que ha superado los 65 años.
Respecto a los miembros del Govern de la Generalitat, el salario actual del president, el que cobra Artur Mas este 2015, es de 136.835 euros. Cuando cesan en el cargo, los expresidentes, si no tienen otra retribución, pueden percibir el 80% del salario por un periodo equivalente a la mitad de los años en el cargo y como mínimo una legislatura. Cuando cumplen los 65 años, tienen derecho a una pensión del 60% del salario, incompatible con la asignación anterior. Los consellers tienen un sueldo de 103.176 euros brutos anuales. Cuando dejan el cargo, tienen derecho a una asignación mensual en torno a los dos mil euros durante dieciocho meses.