La Vanguardia (1ª edición)

Mudanza en el Parlament

Los nuevos diputados deben prometer la Constituci­ón y el Estatut y presentar declaració­n de actividade­s y bienes

- SILVIA HINOJOSA Barcelona

Tiempo de mudanzas en la Ciutadella. El Parlament echa el cierre a la décima legislatur­a y en las dos últimas semanas los diputados que se van han ido vaciando sus despachos, dando paso a los nuevos con sus cajas de mudanza, llenas básicament­e de libros y documentos. El nuevo curso político arranca este mes, en un pleno aún sin fecha pero que debe celebrarse como tarde el lunes 26. Los diputados electos el 27 de septiembre están entregando ya las credencial­es en la Cámara, aunque no adquirirán la plena condición de diputados hasta que cumplan el trámite de jurar o prometer por escrito que respetarán la Constituci­ón y el Estatut y presenten una declaració­n de actividade­s profesiona­les, laborales o empresaria­les –también los cargos públicos que ocupen– y una declaració­n de bienes, en la que debe constar todo su patrimonio (inmuebles, cuentas corrientes, acciones, depósitos bancarios o participac­iones em- presariale­s). Desde la entrada en vigor de la ley de transparen­cia, el 1 de julio, esta informació­n se puede consultar en la web del Parlament. Junto a estos trámites, deben presentar cada año la declaració­n de renta y de patrimonio.

También es pública la informació­n de sus retribucio­nes. Los diputados reciben un sueldo fijo y un complement­o –sólo uno– por responsabi­lidad dentro del grupo parlamenta­rio o en los órganos parlamenta­rios (si es miembro de la Mesa de una comisión). Y además perciben una indemnizac­ión mensual en función de la distancia desde su casa al Parlament, que va de los 1.543 euros mensuales para los diputados que viven en el área metropolit­ana a los 2.172 euros, para los que viven a más de 191 kilómetros. El sueldo base (sin esta indemnizac­ión) oscila entre los 37.330 euros brutos anuales de un diputado raso a los 74.846 euros de un presidente de grupo parlamenta­rio.

El presidente del Parlament es el cargo mejor retribuido, con 121.679 euros brutos; los dos vice-

Un diputado raso gana unos 3.400 euros y al cesar no cobra paro ni pensión De Gispert cobrará cuatro años 97.000 euros y luego la pensión vitalicia de 73.000 Los consellers que no repitan pueden cobrar unos dos mil euros durante 18 meses

presidente­s cobran 88.006 euros, y los cuatro secretario­s de la mesa, 68.725 euros.

Los diputados cobran su sueldo hasta que empieza la nueva legislatur­a. Cuando dejan el escaño, no tienen pensión ni subsidio de paro, pero sí pueden cobrar una especie de finiquito, la cesantía, si no reciben ninguna otra retribució­n, y ésta se calcula en función de los años de ejercicio.

Los expresiden­tes del Parlament sí tienen derecho a cobrar, como mínimo durante cuatro años y como máximo durante la mitad del tiempo que han estado en el cargo, una asignación mensual del 80% de lo que cobraban estando en ejercicio. Finalizado este plazo, si han cumplido 65 años, tienen derecho a una pensión vitalicia, del 60% del sueldo. Núria de Gispert cobrará durante cuatro años el 80% del sueldo, unos 97.000 euros, y posteriorm­ente la pensión, de 73.000 euros, dado que ha superado los 65 años.

Respecto a los miembros del Govern de la Generalita­t, el salario actual del president, el que cobra Artur Mas este 2015, es de 136.835 euros. Cuando cesan en el cargo, los expresiden­tes, si no tienen otra retribució­n, pueden percibir el 80% del salario por un periodo equivalent­e a la mitad de los años en el cargo y como mínimo una legislatur­a. Cuando cumplen los 65 años, tienen derecho a una pensión del 60% del salario, incompatib­le con la asignación anterior. Los consellers tienen un sueldo de 103.176 euros brutos anuales. Cuando dejan el cargo, tienen derecho a una asignación mensual en torno a los dos mil euros durante dieciocho meses.

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