Los muertos aquí lo pasan muy bien
La Zombie Walk reúne a unas 3.000 personas caracterizadas por las calles de Sitges
Unos 3.000 zombis, según cálculos de la policía, invadieron ayer las calles de Sitges, en la tradicional Zombie Walk, la escalofriante marcha nocturna que recorrió, sembrando el pánico, el paseo Marítimo de la ciudad, aunque los muertos vivientes se fueron diseminando por otros lugares, desde la estrecha calle del Pecat a la mismísima estación de Cercanías. Algunos, a medida que avanzaba la madrugada, parecían especialmente fuera de sí.
De todos los participantes en el evento, hubo 350 que fueron maquillados por los profesionales de La Oscura Ceremonia, 18 personas que trabajaron sin parar desde el mediodía hasta las siete de la tarde. Solo maquillaban a aquellos que hubieran conseguido el preciado tiquet para el que se hacía cola ya desde antes de las siete de la mañana, al arrullo de las olas. Marc Velasco, al frente del asunto desde hace ocho años, explica: “Tenemos tres tipos de sangre: una más líquida para manchar la ropa, otra para el maquillaje facial y finalmente la seca, para formar las costras”. Todo ello se completa con prótesis que distorsionan los rasgos faciales, dientes, cicatrices y otros efectos tan conseguidos que –digámoslo– ayer se desmayaron dos niños al contemplar su propio cuerpo purulento.
La fiesta zombi incluyó una maratón de películas en la playa (Zom- bis nazis 2, Zombeavers y Casi humanos) y el concierto del grupo Motorzombis en el bar New Ricky’s.
Dani Moreno, el líder de esta banda de monster rock’n’roll, nos regala unos ejemplares del fanzine que di- rige, Amazing Monsters. Es también director de películas de serie B –“o Z”, bromea–, entre ellas, clásicos friquis como Martians Go Home! con la participación de Alaska, o El ataque del pene mutante del espa- cio. A los 13 años, su filmografía ya contaba con 20 títulos. Cuenta que “el primer zombi de la historia es Cesare, de El gabinete del doctor Caligari ( 1920) pero el concepto actual viene de George A.Romero y La noche de los muertos vivientes de 1968. Antes, el zombi era un esclavo controlado por magia negra, y luego pasó a ser una masa amorfa enfurecida. Últimamente, ganan velocidad por la influencia de los videojuegos y transmiten epidemias”.
Nada resulta igual después del paso de los zombis. En las terrazas, vemos a madres de familia tomando tranquilamente un te con una jeringa clavada en la cabeza; los bares ofrecen mejunjes con nombres como cóctel Drácula a 3,50 euros; y un chico con la cara maquillada de blanco, cresta verde y una tachuela en la nariz luce una camiseta con la frase : “En mi mundo el raro eres tú”. Bienvenidos a Sitges, donde todo lo horrible puede suceder.
Se desmayaron dos niños al ver su propio cuerpo transmutado, dado el realismo de los efectos