Turquía ve al EI tras la matanza de Ankara
La izquierda turca culpa al Gobierno de no querer frenar al yihadismo
El Estado Islámico está detrás del atentado más cruento de la historia de Turquía. Así lo señalaban ayer varias fuentes de seguridad turcas, un día después de un doble atentado suicida en el corazón de la capital turca que costó la vida este sábado al menos a 96 personas y heridas graves a 65, según Ankara. Como respuesta, ayer, 43 presuntos miembros del Estado Islámico (EI) fueron detenidos en varias operaciones policiales distribuidas en tres provincias, catorce de ellos en la ciudad de Konya.
El tipo de explosivo utilizado y la metralla (bolas de acero para aumentar el efecto mortífero) que lo acompañaba, así como el modus operandi del atentado, incluso el tipo de víctimas; todo apunta al mismo tipo de sospechoso que ya atentó en julio en Suruc, una localidad del sureste, matando a 33 jóvenes socialistas y prokurdos que deseaban solidarizarse con la ciudad de Kobane, el símbolo de la resistencia kurda frente al Estado Islámico en el norte de Siria.
Fuentes de la seguridad en Turquía barajaban ayer incluso la posibilidad de que uno de los in- dividuos que se inmoló en Ankara (fueron dos hombres, según dijo el Gobierno ayer) fuera el hermano mayor del kamikaze de Suruc. Se buscan cinco sospechosos, todos ellos miembros de una presunta célula islamista dispuesta a cometer atentados suicidas procedente de la ciudad de Adiyaman, en el sureste del país.
Miles de turcos que deseaban recordar a las víctimas de Ankara se concentraron ayer en las inmediaciones de la estación central de ferrocarril de la capital. Amplios sectores de la izquierda turca llevan desde el sábado acusando directamente al Gobierno de permitir el atentado, en concreto, de hacer la vista gorda con el EI durante varios años. Que el día del atentado no hubiera controles policiales en el lugar del siniestro avalaría esta teoría, a su juicio. El ahora presidente Recep Tayyip Erdogan controla al Gobierno de raíces islamistas en Ankara desde hace trece años.
Ayer, en los alrededores de la plaza Sihhiye, donde tuvo lugar la carnicería, los que se manifestaron en recuerdo de las víctimas gritaron “Erdogan asesino” y “policía asesina” rodeados de un fuerte destacamento policial. Con gas lacrimógeno y vallas, las fuerzas de seguridad intentaron que no tuvieran acceso al centro de la plaza. Un grupo de miembros del Partido de los Pueblos Democráticos (HDP), prokurdo y de izquierdas, intentó colocar ramos de flores por los fallecidos y en el tumulto con la policía se produjeron varios heridos. El HDP hizo pública una lista con 120 nombres de presuntas víctimas y decía que unas cien estaban desaparecidas.
Socialistas y prokurdos no dudan de que el atentado de Ankara
NOMBRES CONOCIDOS El centro de reunión de los sospechosos era vigilado por la policía desde hace tres años
–como el de Suruc– fuera cometido por suicidas yihadistas. Lo que echan en cara desde hace varios años al Gobierno turco es su presunta colaboración con el Estado Islámico.
Las miradas, ahora de nuevo con la masacre en Ankara, se dirigen a Adiyaman, centro de reclutamiento de 300 miembros del EI, según un informe hecho público en julio por el presidente regional en esta ciudad del principal partido de la oposición, el Republicano del Pueblo (CHP), Abuzer Tanriverdi.
El Islam cay ocagi (Salón de té islámico) que frecuentaban tanto el kamikaze de Suruc, Abdurrahman Alagöz, como el yihadista que causó cuatro muertos y cientos de heridos en un mitin del HDP en Diyarbakir dos días antes de las elecciones generales del 7 de junio, Orhan Gönder, es conocido desde hace unos tres años por las fuerzas de seguridad por albergar células yihadistas.
“Estaba vigilado 24 horas al día siete días a la semana”, llegó a decir un tendero de la calle al diario Cumhuriyet hace varios meses. Que dos individuos que frecuentaban este establecimiento (quizás incluso siendo uno el hermano mayor del asesino de Suruc) puedan burlar la vigilancia policial durante varios meses y reaparecer en el corazón de la capital con explosivos en una marcha por la paz sin controles de seguridad por parte de la policía, es algo que no encaja para los allegados de las víctimas en Ankara.
“ERDOGAN, ASESINO ” La policía reprime con gas el homenaje a las víctimas en el lugar del atentado