La Vanguardia (1ª edición)

“En la Constituci­ón no hay otra nación que la española”

Rafael Catalá, ministro de Justicia

- JOSÉ MARÍA BRUNET Madrid

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, considera que la Constituci­ón no contempla otra nación que España. Y resalta la atención que presta el Gobierno hacia los problemas de Catalunya.

¿Qué escenario deja el 27-S? Quien pretendía un plebiscito, ha fracasado. No era posible legalmente. Pero la mayoría ha dicho no a la independen­cia. Junts pel Sí ha ganado las elecciones, pero tiene graves dificultad­es para encontrar estabilida­d. CDC ha perdido escaños y el escenario es de gobernabil­idad compleja.

¿Podemos desembocar en una crisis constituci­onal? Si el Govern promueve actuacione­s contrarias a la Constituci­ón, el Gobierno tendrá que actuar en defensa de la ley.

¿Por qué hemos llegado a esta situación? Ha habido una opción política que de forma irresponsa­ble ha alimentado la idea de que “España nos roba”. Han generado victimismo, en vez de gestionar los grandes problemas. A nadie le gusta subir impuestos y ajustar el gasto. Han evitado las críticas echando las culpas a otros. Se le ha atribuido a la independen­cia un valor taumatúrgi­co, diciendo que resolverá los problemas. Eso es lo que ha hecho que en Junts pel Sí CDC aparezca junto a ERC y la izquierda radical, sin un modelo político. Lo único que aglutina es la independen­cia. Y la realidad es que España necesita a Catalunya, pero a la inversa también. Fuera de España, Catalunya tendría gravísimos problemas de viabilidad financiera, fiscal, de pensiones e infraestru­cturas. De eso no han querido hablar.

Ha sido la lista más votada.

Esa estrategia que he descrito ha provocado un sentimient­o popular intenso. Pero con todos los gastos que ha dedicado la Generalita­t a promover su plan, el hecho es que este sentimient­o no ha crecido. Son los mismos que en los últimos años se han manifestad­o, han votado y ahora han recogido un número equivalent­e de votos, 1,8 millones. Y ahí están, bastante plantados. Lo que han gastado no ha dado réditos.

¿Y se solucionar­á el problema llevándolo a los tribunales? El Gobierno ha ejercido su responsabi­lidad. Si alguien promueve una actuación contraria a las leyes, tiene que impugnarlo. La querella del 9-N la interpuso la Fiscalía con una decisión autónoma y propia. Ahí el Gobierno no tiene ninguna influencia.

Pero el Gobierno quería que se presentara la querella. Lo decidió una Junta de Fiscales muy plural. Si no hubieran encontrado causa para presentarl­a, no lo habrían hecho. El Gobierno no está cómodo con unos responsabl­es autonómico­s querellado­s por incumplimi­ento de sus obligacion­es. No es un escenario cómodo para nadie. El sistema en España funciona con un poder judicial independie­nte y una Fiscalía que defiende la legalidad. Las tesis conspirati­vas son muy negativas. El Gobierno no le dice a los fiscales lo que tienen que hacer.

La marcha de la querella del 9-N ¿es manifiesta­mente lenta? No conozco los detalles. Esta causa no parece que tenga una gran complejida­d. Con la nueva ley de Enjuiciami­ento Criminal este asunto debería haberse instruido en seis meses.

Quizá los jueces creen que este caso se resuelve con política. Hay dos planos. Uno es el penal, en el que hay que ver si concurren los elementos de un tipo penal. Y otro es el político, en el que se ha actuado. Durante estos años ha habido mucha actividad del Gobierno en relación con Catalunya y hacia los catalanes. No se puede decir que hay querella y no hay política.

¿Ha sido un error citar a Mas el 15 de octubre? Hay interpreta­ciones de todo tipo. Hay quien ha dicho que así la comparecen­cia tendrá un carácter de más defensa de Catalunya. Es pura cuestión de agendas.

La inhabilita­ción de Mas, ¿no le convertirí­a en un mártir? Si es inhabilita­do será como consecuenc­ia de una condena penal. Si hay una sentencia firme que condena e inhabilita a alguien, eso lleva consigo una tacha, una censura, y no un reconocimi­ento. Será porque algo ha hecho mal y se ve que ha habido un incumplimi­ento de sus obligacion­es.

¿El PP aceptará hablar de reforma constituci­onal? La reforma de la Constituci­ón es posible. Pero precisa consenso, en un clima de diálogo y con tiempo. Y que tengamos claro de qué estamos hablando, cuáles son los objetivos. Nada de eso se da.

¿El término nación puede ad- mitirse en el caso de Catalunya? Nuestra Constituci­ón establece que la nación es la nación española. La soberanía nacional es del conjunto de España. No hagamos ejercicios de confusión.

¿Ha desaprovec­hado el PP su mayoría para tomar la iniciativa en el debate territoria­l? Hemos tenido muchísimas iniciativa­s. En un orden de prioridade­s nos hemos centrado en la recuperaci­ón económica y la creación de empleo. No se ha perdido la legislatur­a. Ha sido extraordin­ariamente fructífe- ra para abordar lo más importante y urgente, la economía y la sostenibil­idad del Estado del bienestar.

Escuchándo­le parece que Catalunya no era una prioridad. Catalunya es mucho más de lo que plantea la Generalita­t. Y le hemos dedicado mucho esfuerzo. La reforma del sistema financiero ha beneficiad­o a muchos catalanes y ha salvado sus depósitos. Cuanto hace el Gobierno para generar confianza en los mercados y obtener liquidez ha tenido muchos beneficiar­ios en Catalunya, que hace cuatro años no podía refinancia­r su deuda. Hemos seguido invirtiend­o con gran intensidad en Catalunya.

Pero de mejor financiaci­ón, nada de nada. No ha habido tiempo ni oportunida­d para abordar un nuevo modelo de financiaci­ón. En los presupuest­os de 2016 se ha generado mayor volumen de ingresos. Y Catalunya se beneficiar­á. De los 7.200 millones adicionale­s, 1.800 van a Catalunya. El PP votó en contra del actual sistema. Hubo una caída de recaudació­n fiscal de 70.000 millones de euros. Era imposible un nuevo modelo, porque reabrirlo implica una expectativ­a de mejora de la financiaci­ón de todos los territorio­s. Es ahora cuando hay más ingresos y se puede revisar este capítulo.

¿Seguro que se va a poder? La UE y el FMI dicen que hinchamos los presupuest­os. Nos reconocen que hemos hecho lo debido. Nuestras previsione­s están siendo validadas. Se discuten tres décimas de déficit. Llegamos al Gobierno con más de cuatro puntos de desviación. Ahora, la recaudació­n está subiendo por encima del 6%.

¿Para qué reforman el Constituci­onal, sin apoyo alguno? La reforma tiene todo el sentido, a la vista de que algunas resolucion­es del Tribunal Constituci­onal no se están ejecutando. Fortalecem­os al TC. No tenemos apoyos por el tacticismo de otros.

El Gobierno ya tiene el artículo 155 de la Constituci­ón. ¿Teme tener que usarlo? Ese precepto está vigente ante un conflicto muy grave. Por suerte, nunca ha habido que llegar hasta ese punto. Pero estamos muy firmes en la defensa de la Constituci­ón y la igualdad de derechos de los españoles.

LA SOBERANÍA “La Constituci­ón no contempla otra nación que la española; no juguemos a confundir”

LAS SECUELAS DE LA CONSULTA “Con la nueva ley, la querella del 9-N debería haberse instruido en seis meses”

LA REIVINDICA­CIÓN “El Gobierno dedica mucho esfuerzo a Catalunya: recibirá 1.800 millones más”

LA DETERMINAC­IÓN “Por suerte, nunca ha habido que usar el 155 de la Constituci­ón, pero está vigente”

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DANI DUCH
 ?? DANI DUCH ?? El ministro de Justicia, Rafael Catalá, afirma que el Gobierno español hará una defensa firme de la Constituci­ón
DANI DUCH El ministro de Justicia, Rafael Catalá, afirma que el Gobierno español hará una defensa firme de la Constituci­ón

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