La fiesta barcelonesa de Bono y sus amigos
Bono y su banda agasajaron a sus invitados tras el último de sus conciertos barceloneses. No llegaban a los 100 los elegidos, entre ellos Penélope Cruz y Javier Bardem y falló la reina Letizia, a quien debió asustar la cantidad de gente, entre fans y prensa, congregada a la puerta del Bocachica, hermano menor contiguo al Bocagrande, donde se celebró el acto: su majestad tras el recital regresó a Madrid. Jennifer, la mánager del grupo, ya les llevó al local la noche del martes y quedaron tan encantados que pidieron repetir experiencia. Alquiló la misma planta, la última, donde prepararon un buffet frío. Había jamón, patatas bravas, colas de langostino, ensaladas diversas, platos de tomate, quesos y croquetas. Y copas, por supuesto, muchas copas.
Los invitados empezaron a llegar pasada la medianoche, entre ellos Pe y Bardem. Ella llevaba un jersey negro con lentejuelas, vaquero negro y botines, y él a juego en negro también, más una gorra y con aspecto más desaliñado como es habitual. Sobre la una llegó la banda, que pasó rápidamente entre estrictas medidas de seguridad, a excepción de The Edge que firmó algunos autógrafos. Bono, Adam Clayton y Larry Mullen pasaron en volandas, aunque premiaron a los que tuvieron paciencia, pues a la salida, entre las tres y media y las cuatro, firmaron a quienes seguían en la puerta. La fiesta transcurrió sin nervios, con música funky tal como habían pedido. Los vecinos tranquilos (ni una sola protesta) dado el carácter apacible de la velada, entre copas y amigos. A eso de las tres empezaron las despedidas (Pe y Bardem de los primeros en irse), y los de la banda los últimos, directamente al hotel.