Cómo escoger extraescolares
Psicólogos y pedagogos apuntan algunas pautas que los padres deberían tener en cuenta a la hora de escoger las actividades extraescolares que harán sus hijos: No saturar el horario. Las extraescolares no deben ser una fuente adicional de estrés ni provocar que el niño tenga todo su tiempo programado. Que elijan ellos. Los padres pueden influir teniendo en cuenta los gustos y necesidades de cada niño, pero sin proyectar sus propias aficiones o aspiraciones. Siempre una deportiva. Los niños necesitan ejercicio y socialización. Cuando son muy pequeños pueden probar diferentes deportes (para los más pequeños se aconseja natación), pero a partir de los ocho años se recomienda uno fijo porque comienza la tecnificación y si llegan más tarde será difícil que alcancen el nivel de los compañeros. Deportes individuales, sólo vocacionales. Tenis, esgrima, gimnasia o patinaje son deportes que pueden resultar un poco obsesivos porque exigen muchas horas de entrenamiento y sólo se aconsejan si el niño disfruta mucho con ellas. Artísticas, en infantil o por vocación. Las actividades artísticas han de ser vocacionales, sobre todo a partir de la ESO, en que los chavales necesitan dedicar más tiempo a los estudios. Dos, máximo tres. Una actividad deportiva y un idioma es la combinación más recomendada por los expertos, que apuntan que se puede añadir otra artística vocacional si el niño va bien en la escuela y disfruta con ella. Dejar horas de juego libre. Las extraescolares no deben colonizar todas las tardes. Se han de garantizar tiempos para el ocio libre y el juego con otros niños. Atender a los problemas de aprendizaje. Si un niño tiene dificultades en la escuela no conviene sobrecargarle con extraescolares de tipo intelectual ni idiomas. Mejor buscar un refuerzo escolar.