La Vanguardia (1ª edición)

“La serie ya no es nuestra, es de los fans”

Andrew Lincoln, que encarna al sheriff Rick Grimes en ‘The walking dead’, nació en la escena teatral de Londres y nunca se imaginó matando zombis

- GABRIEL LERMAN Los Ángeles. Servicio especial

Forjado en las obras de Shakespear­e y entrenado en la escena teatral de Londres, Andrew Lincoln ha adquirido fama mundial encarnando al sheriff Rick Grimes en la serie más popular del momento. Quien cuando no está grabando habla con un exquisito acento británico aún se sorprende un poco por lo que el destino le tenía preparado, sobre todo porque no fue a estudiar a la Royal Academy of Dramatic Arts pensando que algún día interpreta­ría al ideal del héroe norteameri­cano. Y aunque asegura que en un apocalipsi­s real no podría sobrevivir ni un día, Lincoln no se cansa en la serie que esta noche estrena ya su sexta temporada (Fox, 22.30 h.) de liquidar zombis mientras explora en cada escena los abismos más profundos del alma humana.

¿Cómo explica el éxito inigualabl­e que está cosechando The walking dead?

Creo que una de las razones es que todos los que trabajan en posiciones claves en la serie son grandes fans del género, como Greg Nicotero, Robert Kirkman y Scott Gimple. Tal vez por eso tienen una intuición que les permite conectarse con lo que los fans en el resto del mundo quieren ver. La verdad es que cuando empezamos con la serie todo podía haber terminado rápidament­e, porque fue como arrojarnos de un precipicio. Creíamos que íbamos a hacer una historia breve sobre como sobrevivir en medio del horror, pero la propuesta capturó la imaginació­n de la gente de una forma que yo nunca había experiment­ado antes. Yo había tenido suerte en mi carrera, pero nunca de esta manera. En este momento todos nos sentimos responsabl­es ante los fans. Ya no es sólo nuestra serie. Se me acercan niños, sus padres y sus abuelos a decirme que miran la serie y que se identifica­n con nuestros personajes. Eso es precisamen­te lo que tratamos de hacer como actores, convertirn­os en el peso emocional de la historia para poder vender zombis. La alquimia está funcionand­o. Simplement­e tenemos que contar la mejor historia que podamos para una audiencia global que nos está esperando.

“Ha entendido que esa es una de las razones por las que es el líder y por las que ha sobrevivid­o”

¿Por qué dice que fue como arrojarse de un precipicio?

Porque hacer esta serie implicó un riesgo muy grande. Cuando me convocaron, llamé a mi agente y le pregunté si no era una broma, porque soy un actor que se educó con los clásicos, y después de 19 años no podía creer que me quisieran para pelear contra los zombis. De verdad pensé en cambiar de agente. Pero pronto comprendí que no era una historia sobre zombis, sino sobre superviven­cia, que es un tema universal. Tal vez por eso la gente responde en sitios tan diferentes del mundo, porque la historia trata sobre cómo mantener tu humanidad a cualquier precio.

Después de cinco tempora-

Sí, nunca le perderé el gusto a eso, pero lo que más disfruto es interpreta­r a este personaje. Nunca antes había convivido con uno durante tanto tiempo como lo he hecho con Rick. Pero además, me encanta cómo se transforma permanente­mente. Ha aceptado su brutalidad, al bárbaro que lleva dentro, y ha entendido que esa es una de las razones por las que es el líder y por lo que ha logrado sobrevivir hasta ahora.

¿Cómo es trabajar en una serie donde nunca se sabe a quién le tocará irse?

Esa es la parte más dura. Es como ocurre en la pantalla, detestamos perder gente. Y por eso cada vez que uno se tiene que marchar, organizamo­s algo que llamamos “la cena de la muerte”. Es lo único malo que tiene participar en esta serie y por eso organizamo­s esas cenas, en las que el que se marcha llega todo vestido de negro. Claro que tenemos que tener mucho cuidado, porque nos estan observando todo el tiempo y no queremos que se sepa a quien le tocará irse. Lo cierto es que ha sido muy duro despedir a Jon Bernthal, a Jeff DeMunn. Cuando se fue Sarah Wayne Callies nos sentimos desgarra- dos y lo mismo pasó con Laurie Holden. Yo extraño horrores a Scott Wilson, el actor que hacía de Hershel...

¿Cuál ha sido su experienci­a más memorable matando zombis?

La primera, sin duda. Estábamos en una gasolinera y me pasé toda una mañana tratando de preparar a una niña de 10 años para una experienci­a tan traumática como que ella era una zombi y la tenía que matar. De pronto la niña me miró hastiada de que diese tantas vueltas y me dijo que era la tercera vez que interpreta­ba a una zombi, que la matara de una vez. Ahora

matar zombis me resulta mucho más fácil, sobre todo porque en la serie los humanos se han convertido en la peor amenaza que deben enfrentar estos personajes. Ellos son la parte más oscura de esta pesadilla.

¿Cómo te llevas con los extras que hacen de zombis? Es interesant­e. Quienes los interpreta­n son una raza aparte. Tanto los que aparecen en las escenas de acción como los que ves en el fondo de una escena son verdaderos fanáticos. Llegan muy temprano, se acuestan en el suelo a pesar de los insectos y las pulgas y no se quejan del calor insoportab­le que suele hacer en Atlanta, donde filmamos. Me ha pasado tener que dispararle a uno con mi Colt y que luego viniera a pedirme el casco vacío, con un marcador en la mano para que se lo firme.

¿Cuánto cree que puede llegar a durar esta serie? Yo creo que mientras mantengamo­s el impacto emocional con ca- da personaje que se muere, la serie va a continuar. Creo que es así de simple. Si la audiencia no está conectada con estos personajes, que son el corazón de la historia, seguiremos. Esa es la razón por la que seguimos hablando de The wal

king dead seis años después de haber empezado.

¿Qué opina de la posibilida­d de que se haga una película basada en la serie? Robert Kirkman ya ha firmado un contrato con Universal. Que sería fabuloso. Es algo de lo que siempre hemos estado hablando y que a mí me encantaría hacer, porque sería maravillos­o ver algo de nieve. Un poco de invierno no nos vendría mal. Me alcanza con no tener que filmar en Atlanta donde la temperatur­a habitual cuando grabamos la serie es de 37 grados. Hablando en serio, lo bueno es que eso nos permitiría jugar de otra manera con las formas, los tiempos y la cronología, y tal vez redescubri­r personajes que ya no están en la serie. Ciertament­e con ese formato podríamos hacer algo tan interesant­e como ambicioso. Sobre todo porque podríamos incorporar las 60 horas que llevamos contando esta historia.

“Organizamo­s ‘la cena de la muerte’ en las que el que se marcha llega vestido de negro”

 ??  ?? Andrew Lincoln como Rick Grimes en un retrato promociona­l de la nueva temporada das, ¿sigue disfrutand­o de liquidar zombis?
Andrew Lincoln como Rick Grimes en un retrato promociona­l de la nueva temporada das, ¿sigue disfrutand­o de liquidar zombis?

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