El papel de El Asad divide a Europa
La UE exige un cambio de régimen y pide a Rusia que no apoye a Damasco
Unidos en sus críticas a la intervención militar de Rusia en Siria, los ministros europeos de Exteriores se encontraron ayer profundamente divididos sobre el papel que Bashar el Asad puede tener en el presente y futuro del país, devastado por la guerra desde hace cuatro años.
La cuestión ha sido polémica desde el primer día pero hasta ahora se había impuesto la visión de que lo prioritario era conseguir un cambio de régimen, sin negociar nada con él. La entrada de Moscú en el conflicto ha acabado con algunas de las precarias certezas de la Unión Europea en esta crisis. La intervención de Rusia en Siria “cambia por completo el tablero del juego y contiene algunos elementos muy peligrosos”, reconoció la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini. Desde el punto de vista militar, la falta de coordinación de los ataques rusos con los que realiza la coalición internacional que dirige Estados Unidos contra el Estado Islámico comporta riesgos para la seguridad. Y políticamente supone un vuelco total, porque “la escalada militar amenaza con prolongar el conflicto, entorpecer el proceso político, agravar la crisis humanitaria y aumentar la radicalización”, afirman las conclusiones acordadas por los ministros de Exteriores europeos en Luxemburgo, que también piden a Moscú que pare inmediatamente su campaña de bombardeos y se coordine con el resto de la comunidad internacional.
El texto deja claro que “bajo el actual liderazgo no puede haber una paz duradera en Siria” pero el lenguaje es más ambiguo sobre hasta qué punto puede ser un interlocutor. Aunque cada vez son más los países que creen que es inevitable dialogar con El Asad para buscar una solución política, se impone de momento la posición de Francia y el Reino Unido, contrarios a sentarse con él en la mesa de negociación y a darle un papel en una hipotética transición política. “No habrá paz en Siria si El Asad, que es el responsable del mayor número de víctimas de esta guerra civil, puede quedarse”, defendió el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Harlem Désir. “Podemos ser flexibles sobre el momento de su salida pero si intentamos trabajar con El Asad lo único que haremos es arrojar a la oposición a los brazos del Estado Islámico, exactamente lo contrario de lo que queremos conseguir”, argumentó el secretario de Estado británico para Asun- tos Exteriores, Philip Hammond.
El Gobierno alemán se ha mostrado sin embargo más abierto a negociar con el actual régimen, en especial por la entrada de Rusia en el conflicto y su apoyo a Assad. “La posición y la importancia de determinados actores ha cambiado. Con la implicación de Rusia, muchas cosas han cambiado”, advirtió el ministro Frank-Walter Steinmeier. España también ha estado desde el principio entre los países más pragmáticos respecto a
NUEVOE SCENARIO Mogherini: la entrada de Rusia en la guerra de Siria “cambia por completo el tablero”
la posibilidad de negociar con el jefe de Estado sirio. “Urge poner en marcha esa negociación y la negociación sólo es posible teniendo sentado en la mesa al régimen de Bashar el Asad, aunque él mismo no pueda formar parte de la solución de Siria”, defendió el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Cuanto más tarde la Unión Europea en dar este paso, “más muertos, más desplazados internos, más refugiados, más avance de los terroristas y más presión sobre las fronteras europeas” habrá, advirtió. El temor a que una partida precipitada del dictador hunda al país en el caos, como ocurrió en Libia, es otro de los argumentos citados por algunos países para buscar algún tipo de transición ordenada, en lugar de simplemente echarlo.
España ha convocado una reunión ministerial para el día 22 de octubre del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la crisis siria y buscar “la coordinación entre la coalición y Rusia”, anunció García-Margallo. Lo cierto es que la situación ha cambiado completamente desde mediados de septiembre, cuando Estados Unidos y la Unión Europea trataron de trabajar con Rusia en una solución para Siria. El inicio de una campaña de bombardeos contra objetivos distintos a los de la coalición internacional (Moscú está atacando también a grupos de la oposición a El Asad que Estados Unidos apoya) ha dejado sin contenido los intentos prácticos de buscar juntos una solución política al conflicto, por ejemplo mediante un grupo de contacto que incluyera a Arabia Saudí, como se pensó.
NEGOCIACIÓN POLÍTICA Algunos países temen que Siria se convierta en otra Libia si El Asad se va precipitadamente