Falla el quién
Los catalanes somos un pueblo primitivo. En nuestro estado evolutivo parece que estamos parados en una estación perdida en tiempos pasados, en los que el grupo, la asamblea, o no sé quién, decidía y regía los destinos de todos. Incluso la asamblea griega estaba dirigida por unos cuantos ciudadanos notables. Y con anterioridad, la tribu la dirigía el más fuerte. En el mundo occidental, hoy está aceptado que el factor humano es clave. Pondré unos ejemplos. Si por desgracia algún ciudadano se pone enfermo y lo llevan a un hospital, el celador, la enfermera o el médico son los quién, que se dice que no son relevantes. Siempre que me ha sucedido, me han atendido de maravilla, y el qué, el cómo o el cuándo no me han importado nada. Lo dicho vale para maestros, fontaneros, conductores...
Es cierto que algunos partidos políticos tienen razón en algunas de las críticas que hacen al sistema, pero que no se equivoquen, el que roba es un quién con nombre y DNI, el que ha dado una hipoteca a alguien que sabía que no podría pagarla también es un quién.
Si no hay una ley que proteja a los más débiles es porque los partidos políticos han priorizado su interés como grupo a los de los que no pertenecen a su grupo. No falla el sistema, falla el quién.
Y lo que le falta a Catalunya son quiénes, líderes, hombres sabios, expertos, que salgan de la oscuridad y decidan llevar el país a donde se merecen sus ciudadanos.
JOAN CASTILLO Suscriptor El Masnou