La agencia de seguridad alimentaria equipara criar insectos con vacas
Los riesgos microbiológicos dependerán de la alimentación que reciban los bichos
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha hecho oír su opinión sobre los posibles riesgos biológicos, químicos, ambientales y para la salud de las personas (sobre todo las posibles alergias) asociados con el uso de insectos criados como alimento y pienso, mediante un dictamen que compara estos potenciales peligros con los asociados con la crianza de fuentes convencionales de proteína animal. Este dictamen se da a conocer después de que la semana pasada se hiciera pública la reglamentación sobre nuevos alimentos que el Parlamento Europeo debe aprobar el próximo 16 de octubre. Según es- te informe, la posible presencia de peligros biológicos y químicos en los alimentos y piensos derivados de insectos dependerá básicamente de lo que se le dé de comer durante su cría, así como del momento de su ciclo vital en el que se recolecten y de los métodos que se usen en su posterior procesamiento.
La EFSA reconoce que hay pocos datos científicos para poder llegar a conclusiones definitivas que permitan determinar los posibles riesgos de los insectos cuando se destinan para alimento tanto de animales como de personas. De hecho, hay muy poca tradición de consumo de insectos en Europa y en los países en cuyo consumo es habitual tampoco se han hecho estudios en profundi- dad. A pesar de esto último, la máxima autoridad europea en materia de seguridad alimentaria se aventura a concluir que siempre y cuando los insectos sean alimentados con materias primas para piensos que ya están autorizadas en la actualidad, se espera que la posible aparición de peligros microbiológicos sea similar a la asociada con otras fuentes no procesadas de proteína como la carnes de vacuno, por ejemplo.
En opinión de la EFSA, la ratio de aparición de priones –proteínas anormales que pueden causar enfermedades como la encefalopatía espongiforme bovina y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en humanos– se espera que sea igual o inferior que en el caso de los bovinos, si el sustrato no incluye proteína derivada de los seres humanos (estiércol) o de rumiantes, en una clara alusión a lo que sucedió durante la llamada crisis de las vacas locas, que tuvo lugar en 1996.
Respecto a las posibles consecuencias que se puedan dar en el caso de que los insectos sean alimentados con otros tipos de sustrato, como la basura de la cocina, y el estiércol animal, la EFSA cree que es necesario realizar pruebas específicas antes de emitir una opinión argumentada.
Sobre los riesgos para el medioambiente que se puedan derivar de la cría de insectos, la EFSA opina que espera que sean comparables a los de otros sistemas de producción animal y su recomendación es que se apliquen exactamente las mismas políticas de gestión existentes para la eliminación de los residuos producidos por la cría de animales a los residuos derivados de la producción de insectos.
Las especies de insectos que la autoridades de seguridad alimentaria de la Unión Europea cree que tienen un mayor potencial comercial para su uso como alimento y pienso son las moscas domésticas, los gusanos, los grillos y los gusanos de seda.
Las especies que tienen mayor potencial como alimento en la UE son las moscas, los gusanos y los grillos