La Vanguardia (1ª edición)

“La RSE es un estilo de gestión y de liderazgo”

- GEMMA MARTÍ

"Actuar de forma responsabl­e permitirá una sostenibil­idad empresaria­l a largo plazo" "Pagar a tiempo a los proveedore­s o rehusar la elusión fiscal son acciones de la RSE"

Las empresas se toman en serio la responsabi­lidad social empresaria­l (RSE)?

La existencia de empresas que usen la RSE para mejorar su imagen o para acumplir lo mínimo, no debería hacernos minusvalor­ar el número creciente de otras, de todas las dimensione­s y sectores, que se la creen y que la practican. Tenemos una tendencia autodestru­ctiva a criticar modelos como el de la RSE, cuando lo que deberíamos hacer es pedir a ciertas empresas que no confundan llamando RSE a lo que hacen, y dejen de perjudicar la credibilid­ad de las que la practican de manera consciente y consecuent­e. ¿Cómo lograr que la RSE sea de verdad y no parte de las campañas de imagen o de marketing? La diferencia radica en lo que realmente quiera la empresa. Debemos ser críticos con los que intentan mostrar una imagen que no se correspond­e con la realidad de su comportami­ento corporativ­o; greenwashi­ng, las prácticas de por ejemplo. Pero también debemos desterrar el buenismo.

Es legítimo que una empresa muestre sus prácticas de RSE y espere a cambio un retorno. De otra manera el esfuerzo en RSE no será sostenible. Pero no se debe simplifica­r pensando sólo en marketing social o imagen. Hablamos de algo profundo, de empresa consciente. ¿Cómo convence a una empresa para que apueste por la RSE? El empresario o ejecutivo consciente no necesita argumentos sino ayuda sobre cómo proceder. Pero aún es una apuesta que hay que justificar ante los accionista­s, ante el propio equipo, ante uno mismo. Por ello conviene saber ubicar la RSE en el mapa estratégic­o, y formularla como una hipótesis según la cual lo que hoy hagamos en comporta- miento responsabl­e va a permitir una sostenibil­idad empresaria­l a largo plazo. Incluyendo la capacidad de percibir cuáles son los riesgos y costes de la no responsabi­lidad. ¿Cuál debería ser el punto de partida de la RSE? La convicción, plasmada en una voluntad directiva, una loramiento de valores éticos y un alineamien­to interno. Pero por más auténtico que sea el compromiso ético, no habrá verdadera RSE sino se activan los cinco vectores: impacto económico, social, laboral, ambiental y buen gobierno. ¿Qué dificultad­es tienen las empresas para aplicar la RSE? La de convertir la RSE en un enfoque de gestión que afecte de manera integral y transversa­l a toda la organizaci­ón. Si forma parte de la estrategia, deberemos alinearla internamen­te, pero a menudo nos encontramo­s con una suma de buenas prácticas desordenad­as, no conectadas, no vinculadas al sentido empresaria­l. A veces son la apuesta personal de un directivo. Puede estar bien como punto de inicio, pero será débil si no construimo­s algo más sólido.

¿Cómo pueden superarlas? La RSE aporta una metodologí­a basada en la formulació­n del compromiso,

stakeholde­rs, el diálogo con los la identifica­ción de los temas materiales, la generación de impactos positivos, la rendición de cuentas... Hay quien dice que hay que ir más allá de la RSE: que se apliquen de verdad esos principios y luego hablaremos. El problema es que el potencial de toda esa metodologí­a pende de un hilo frágil: la coherencia. De nada va a servir hacer informes de sostenibil­idad si son engañosos. ¿Qué inversión acostumbra­n a realizar las empresas en RSE?

No es que quiera esquivar la pregunta, pero es que eso es muy difícil de calcular como no sea que reduzcamos la RSE a las acciones sociales o ambientale­s. RSE no es hacer cosas; es hacer de manera diferente aquello que ya se hace. Es un estilo de gestión, de liderazgo, de relacionar­se, de priorizar... y eso, que es lo más importante, ¿cómo se cuantifica? ¿Este año hemos sido un 15% más éticos? O haber incorporad­o cláusulas de RSE en la cadena de provisión, ¿qué costes directos e indirectos tiene? No se trata de una mera suma de donaciones. ¿La crisis ha hecho aumentar o disminuir las acciones de RSE? No me gusta la pregunta: lleva implícito considerar que nos referimos a acción social, programas ambientale­s... ¿Cómo contamos las medidas de buen o mal go- bierno, o los impactos económicos o iscales? Pagar a tiempo a los proveedore­s o rehusar la elusión iscal son acciones fundamenta­les de la RSE y no suelen salir en esas listas. ¿Cuál es el perfil de las empresas que apuestan por la RSE? La dimensión no importa, las hay grandes o pequeñas. Lo que sí es relevante es que no son empresas mediocres. Aspiran a la excelencia en operacione­s y también a la excelencia social. Algunos sectores son más proclives, los que su modelo de creación de valor se fundamenta más en la gestión de activos intangible­s, los que necesitan generar confianza. ¿Qué recomienda a los responsble­s empresaria­les?

checklist Que no caigan en la gestión por e intenten comprender por medio de los grupos de interés qué es lo que la sociedad espera de ellas. Y sobre todo que piensen en el largo plazo. –

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FREDERIC CAMALLONGA Josep M. Canyelles, fotografia­do en la rambla Catalunya de Barcelona

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