Companys sin plumas
La tendencia de Mas a plantear las elecciones como plebiscitos tiene ya una larga historia
Ahora hace nueve años, poco antes de que empezase la campaña de las elecciones al Parlament de Catalunya del 2006, se publicó un libro sobre Lluís Companys. En el título se afirmaba que “la verdad no necesita mártires”. Y, como entonces dijo alguien, fue recibido con un “alud de opiniones entusiastas”. Entre ellas, la del propio editor de la obra, Fèlix Riera, quien escribió, con Manel Cuyàs, un artículo, L’ocellet plomat ( El pajarito desplumado), en que se proclamaba que era “una enmienda a la totalidad a Lluís Companys como persona, abogado y político y que le escatima incluso la honorabilidad de la muerte”. El pajarito que se desplumaba era, evidentemente, el presidente fusilado, de quien tanto se habla estos días y a quien sus contemporáneos conocían con el mote del pajaritu. Y Cuyàs y Riera, tras advertir a los lectores que el libro estaba escrito desde el catalanismo y que, por tanto, no debían asustarse, subrayaban, por si alguien tenía alguna duda, que podía leerse en clave actual.
“¿Por qué sale ahora un libro así, más allá de las siempre saludables desmitificaciones?”, se preguntaban el futuro director de Catalunya Ràdio y el redactor de las memorias de Jordi Pujol. La respuesta había que buscarla, según apuntaban, en las páginas 155 y 156. Allí se podía leer que “a diferencia de Cambó, Macià, Prat de la Riba o Jordi Pujol, el motor sentimental de Companys es España, no Catalunya”. También se decía que Companys “pertenece a la tradición política que ha visto España como metáfora de la solución universal para la convivencia de los pueblos y de los individuos, como Pasqual Maragall y el grueso del PSC”. Y se hablaba de los nacionalistas que tres años antes habían votado “la olla de grillos de ERC”y que entonces estaban perplejos. La clave actual del ensayo era, en definitiva, que había que pasar la pantalla del tripartito de Maragall. El libro lo publicó la Esfera dels Llibres, la gran apuesta editorial en catalán de El Mundo de Pedro J. Ramírez. Y el autor era cercano a la Fundació Catalunya Oberta, de Prenafeta y Alavedra. La Esfera dels Llibres y la Fundació Catalunya Oberta pueden parecer una pareja un poco extraña. Pero se llevaban muy bien. La forja de la hegemonía cultural del catalanismo de derechas tiene unos orígenes bastante curiosos.
A veces, ni la mejor propaganda funciona a corto plazo. Y semanas después de la publicación del libro, José Montilla era el nuevo presidente de la Generalitat. Fuentes de la comisión de ERC que negociaba la formación del gobierno manifestaron que Mas y su equipo habían planteado la campaña electoral como un plebiscito contra el tripartito y que lo habían perdido. La tendencia de Mas y sus equipos a plantear las elecciones como plebiscitos tiene ya una larga historia. Pero casi nadie la recuerda. Como casi nadie recuerda el papel que entonces interpretó el libro que quería hacer caer el mito de Companys de aquel pedestal donde ahora le quitan el polvo algunos de aquellos que no querían que estuviese allí.