Santamaría llama a poner fin a la guerra de ministros
Montoro hizo una declaración paralela a García-Margallo
“Espero que no haya, y no habrá, más disquisiciones”, dijo firme ayer la vicepresidenta del Gobierno, visiblemente molesta de ver como sus ministros no sólo no habían enterrado el hacha de guerra, sino que siguen dispuestos a matarse a dos meses de las elecciones generales. A pesar de la negación de que haya crisis en el Gobierno, como hizo el jueves en Bruselas Mariano Rajoy en un intento de acabar con la polémica creada por las declaraciones de Montoro contra algunos de sus compañeros y contra el partido, Soraya Sáenz de Santamaría no tuvo más remedio ayer que admitir la evidencia y hablar de lo que está ocurriendo en el seno del Consejo de Ministros.
Aunque al principio la vicepresidenta quiso dar normalidad a lo ocurrido y se limitó a decir que “lo importante no son las discusiones, sino las decisiones” y en eso el Gobierno tiene un objetivo compartido, que es la recuperación económica, no se pudo abs- traer de lo que esa misma mañana había tenido que leer en el diario digital El Español. El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, se había resarcido de las críticas que le había dirigido Cristóbal Montoro. Dice que se ha tomado a broma las declaraciones del titular de Hacienda que le reprochaba su “arrogancia intelectual” y le invitaba a “revisar sus ideas”, aunque cree que tiene predilección con él. Y es que al propio ministro le reprocha que le hiciera “una paralela” de la declaración de la renta durante los años que fue eurodiputado, y que él ha recurrido.
Margallo no se queda callado y dedica otra lindeza a su compañero de gabinete, que no parece un amigo: “Si no eres ágrafo y no lees... Yo he publicado libros todos los años. Decir que estoy congelado cuando yo hablé de la unión bancaria antes que nadie, de los eurobonos antes que nadie, de la reforma constitucional antes que nadie, pues bueno”.
La vicepresidenta, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros , afirmó que no ha habido ningún reflejo de esas tensiones en la reunión del Gabinete, y por lo tanto no ha sido tenso: “Ha sido intenso, como todos, con muchas medidas, y hemos trabajado como siempre, para nosotros lo importante son las decisiones”.
También negó que los ministros hayan recibido instrucciones para acabar con las hostilidades: “Tenemos la instrucción de trabajar hasta el final, porque estamos centrados en continuar con el crecimiento económico y la recuperación”, con lo que, dijo, “hay poco tiempo para otro tipo de disquisiciones”. Pero también tuvo que aclarar que el Consejo se había desarrollado “con absoluta normalidad” y se trabajó como siempre, y trasluciendo lo que le produce el enfrentamiento ocurrido acabó con un “¡hasta ahí podíamos llegar!”.