Neymar exhibe su alegría en el Camp Nou
Neymar se blinda contra los obstáculos y llama a la galería de glorias blaugrana
Ha asumido el liderazgo ofensivo de Messi, exhibe la alegría de Ronaldinho y ha marcado más goles (62 en 101 partidos) que Cruyff con 79 actuaciones menos. Con 23 años Neymar se relaciona fraternalmente con las grandes glorias del barcelonismo. Como definió Luis Enrique al término del partido frente al Rayo: “En dos palabras, im presionante; en una palabra, impresionante”. El brasileño presenta una trayectoria ascendente en la que no se intuyen límites porque la imagina- ción, su imaginación, no tiene confines. El catálogo técnico que desplegó el sábado merece figurar en la antología de la orfebrería futbolística. Del perfecto control de espuela al túnel en el área pasando por un híbrido entre la bicicleta y la cola de vaca o una tan singular como efectiva ejecución de los penaltis. Maniobrando a la velocidad de la luz, Neymar divierte, se divierte y se abstrae de las persecuciones a que dieron origen su incorporación al Barça cuando el Madrid había presentado un cheque en blanco.
Pero seamos realistas. Ronaldinho devolvió la alegría a un Barça funesto y marcó el camino de la gloria, pero malgastó su carrera de forma prematura. Cruyff sólo ganó una liga en pantalón corto. Y la fiabilidad de Messi, citado regularmente con la excelencia y con la historia un partido detrás de otro y ya han transcurrido 11 años desde su debut, es incomparable. Neymar es Neymar, y tiene el reto de asociar la magia a la regularidad y al rendimiento colectivo. Por el momento, de manera consciente o espontánea ha sabido blindarse contra la serie de obstáculos que se van interponiendo en su singladura hacia el estrellato.
El día que dimitió Sandro Rosell, en buena parte a consecuencia de los rocambolescos problemas fiscales derivados de su fichaje, el jugador colgó en la red una foto con una sonrisa radiante y un mensaje de agradecimiento a Dios “por otro día de alegría por ayudarme a vencer el mal”. Pocos días después de una orden de embargo de la justicia brasileña de bienes por valor de 42 millones de euros, entre los cuales un Porsche, Neymar difundió la adquisición de un Ferrari. La semana en que el Santos reclamó a la FIFA una investigación sobre el fichaje del jugador, asociada a una suspensión por seis meses, Neymar ha replicado con una actuación estelar y cuatro goles al Rayo Vallecano.
En la hipótesis de que exista una conspiración para desestabilizar al brasileño su fracaso parece evidente. Ayer por la tarde obsequió a sus más de 33 millones de seguidores en Instagram –sólo Cristiano Ronaldo le supera, por muy poco– con una fotografía de
La semana que la FIFA se puso a investigar su contrato, el brasileño replicó con una función estelar En el 2010 firmó cinco goles en la victoria del Santos contra el Guaraní en un partido de Copa Ayer se fotografió jugando a póquer por ordenador, una velada alusión a los cuatro goles del sábado
descanso dominical en la que aparece jugando a póquer en un ordenador, quizá una alusión a los cuatro goles del sábado. Una cifra que había alcanzado otras cuatro veces, una con la selección de Brasil en un amistoso contra Japón y tres con el Santos. En el 2010 llegó al repóquer en el 8-1 del Santos al Guaraní en un partido de Copa.
A juzgar por la función del sábado, las dos semanas sin competición le han sentado de maravilla a Neymar. Ha perfilado aspectos técnicos en la ciudad deportiva y ha protagonizado una breve escapada recreativa a Brasil –efectivamente, el ritmo fluye por sus venas–, donde los medios subrayan ahora su prodigioso espectáculo. Se recuerda que se ha convertido en máximo realizador del torneo, que casi la mitad de los goles del Barcelona en la Liga (8 de 17) llevan su firma, que centra las alabanzas de Luis Enrique, un técnico que suele esquivar los elogios individuales. Él asume los acontecimientos con una naturalidad de reminiscencias infantiles. No le apremia ni la renovación. “Calma, que vamos a firmar, la afición tiene que estar tranquila”, dijo el sábado. Sólo aparenta tener prisa sobre el césped, donde se desencadenan los sueños de eternidad, mientras recita la Oda
a la alegría: “Corred, hermanos, seguid vuestra ruta / Alegres, como el héroe hacia la victoria”.