Un filón natural
Girona se abre al ecoturismo para contribuir a la conservación de sus espacios protegidos
Son aventureros. Les gusta hacer actividades. Tienen sensibilidad por la naturaleza y les interesa la belleza del paisaje, la flora y la fauna. También las culturas humanas que añaden riqueza a las zonas que visitan. Suelen tener entre 40 y 60 años y su nivel de gasto es medio o alto. Así son los ecoturistas, conocidos por practicar un turismo que privilegia la preservación y la apreciación del medio ambiente. Un filón que el Patronat de Turisme de Girona quiere explotar. No es para menos: la demanda es cada vez mayor; las nuevas y variadas empresas que ofrecen actividades vinculadas al territorio, también, y existe una gran diversidad de paisaje: más del 30% de los espacios naturales que hay son protegidos.
Ver la posidonia que se halla en el fondo marino de la Costa Brava, visitar la zona de la Albera del parque natural del Cap de Creus y conocer el ecosistema de la tortuga mediterránea, así como otras actividades de montaña o adentrarse en los productos locales son algunas de las propuestas ecoturísticas. Pero el objetivo del patronato es ahora ir más allá de la pura conservación. “Se trata de dar un uso turístico a los espacios naturales protegidos, que quedaban al margen de ello, aunque teniendo siempre en cuenta el carácter de sostenibilidad y conservación y huyendo de actividades que sean agresivas y poco respetuosas con el entorno natural”, comenta la responsable del club de producto del patronato, Anna Vendrell, quien subraya la impor- tancia de esta nueva apuesta. “Queremos abrirnos de una manera sostenible a esta actividad económica que puede ser importante y nos permitirá alargar la temporada”, aclara.
Lo que todavía se desconoce es cómo estos turistas podrán contribuir a la conservación de los espacios. “En otros países se aplica una tasa, que se reinvierte en la mejora del medio, o bien los visi- tantes aprovechan su estancia para ayudar a limpiar la zona de plantas invasoras. Se podrían tener en cuenta estas fórmulas”, aclara Vendrell. “El turismo se aprovecha de los entornos naturales y es necesario buscar mecanismos para que contribuyan a conservar el paisaje y que la calidad de estas joyas naturales siga siendo óptima”, añade el consultor en ecoturismo Xavier Cazorla, que es miembro del secretariado técnico del Pla de Foment del Turisme de Natura als Espais Naturals Protegits de Catalunya.
Precisamente este plan, que todavía empieza a caminar y pretende impulsar el turismo de naturaleza con horizonte en el 2020, prevé seleccionar los 50 recursos naturales y culturales asociados con mayor potencial ecoturístico en Catalunya y los 25 principales destinos ecoturísticas, así como elaborar una base de datos pública de los equipamientos ecoturísticos e itinerarios. La mesa del ecoturismo, formada por una treintena de agentes públicos y privados expertos en la materia, trabaja en esta línea, y más adelante se prevé implantar el Observatori del Turisme de Natura para obtener un informe anual del estado del sector.
Para contribuir a la protección del medio podría aplicarse una tasa al ecoturista como hacen otros países