La Vanguardia (1ª edición)

Rossi aventaja a Lorenzo en 11 puntos a falta de dos carreras

En la carrera más delirante, Marc birla el triunfo en la última vuelta al balear, que recorta 7 puntos a Rossi

- TONI LÓPEZ JORDÀ Barcelona

Ni Lorenzo ni Rossi. Fue Marc Márquez el protagonis­ta que esta vez se coló en la fiesta privada del mallorquín y el italiano con el triunfo más vibrante en la carrera más delirante del año. Igual que en Japón hace una semana Dani Pedrosa se inmiscuyó en la lucha por el título de los dos Yamaha, en Australia el piloto de Cervera, con un arrebato de bravura, velocidad e irreverenc­ia, echó al traste los cálculos de unos y otros. Sobre todo, los de Lorenzo, que ya se relamía con el premio gordo: recortarle 12 puntos de una tacada a Rossi y dejar el Mundial al rojo vivo a falta de dos carreras. Al final, por obra y gracia de Márquez, fueron 7... merced al favor de Andrea Iannone.

Las motos no entienden de patrias ni banderas, ni de pedigrí ni jerarquías. Aquí cada uno mira por su negocio, por su equipo y sus patrocinad­ores. Algo que muchos todavía no entienden. Lo demostraro­n ayer Iannone y Márquez. Al de Cervera no le tembló el pulso en la última vuelta para desdeñar las prioridade­s de su paisano, de quien se juega el título, y lanzarse a tumba abierta a por su quinta victoria del año, la 50.ª de su palmarés. Igual que su vecino de garaje la semana pasada, pero con 112 GP menos...

La victoria de Marc, descarado, irrespetuo­so con los galones y las urgencias, colaboró con la emoción del desenlace de un Mundial que probableme­nte se resolverá en Cheste el 8 de noviembre... Si es que los astros no se conjuran antes del lado del Dottore. Con los 11 puntos que tiene de margen, Valentino será campeón en Malasia, el domingo próximo, si suma 15 puntos más que Lorenzo. Lo que sin un desastre por medio –un abandono en forma de caída o avería de Jorge–, no debería suceder. El mallorquín cree más que nunca en sus opciones.... pese a la jugada de Marc.

La cara de Lorenzo al bajarse de la moto no podía ser más elocuente, una mezcla de rabia y satisfacci­ón, de alegría y pesar. “Podía haber sido mejor, pero también peor, por eso el segundo puesto es suficiente. Lo importante es que estoy más cerca en el Mundial”, resumía Jorge, feliz por restar 7 puntos a Rossi, y situarse a 11, pero enfadado por haberle superado Márquez a falta de tres curvas, después de haber liderado la carrera 23 de las 27 vueltas, después de haberse deleitado con un golpe de 12 puntos que le habría acercado a 6 del liderato. De hecho, con los vaivenes de la prueba, Lorenzo vio hasta cinco veces que encajaban las piezas como ni él había soñado: él primero y Rossi cuarto. Así cruzaron el penúltimo paso por meta... Pero en los últimos 4.448 metros sucedieron muchas cosas.

Lo que pasó es que Márquez demostró por qué todo el fin de semana había sido el más rápido y el que tenía el mejor ritmo, algo que en las 26 vueltas previas no había justificad­o. “Es cierto que no estaba pilo- tando al 100% porque cuando empujaba más se calentaba mucho el neumático delantero y sufría bastante, por eso mis altos y bajos durante la carrera, pero tenía pensado apretar las tres últimas vueltas al límite”, explicaba.

El de Honda Repsol realizó un último giro estratosfé­rico. “Ni yo mismo sé cómo lo hice”. Inició la vuelta en tercera posición, a 778 milésimas de Lorenzo, adelantó a Iannone al comienzo, apretó los dientes, rodó como un demonio, un segundo más rápido que Jorge y le superó con un interior impecable en la bajada de la curva 10, a tres esquinas de la conclusión. “Si lo veo claro, paso; y si no, me quedo segundo. Pero vi que había frenado en el mismo sitio de siempre, Jorge no cerró la puerta mucho y no me lo pensé dos veces y dejé frenos...”, relataba Marc. Y se justificab­a Lorenzo: “No quería caerme, por eso quizás en la última frenada Marc pudo frenar mucho más tarde y llevarse la victoria”.

Los últimos 7 giros fueron un espectácul­o delicioso, con constantes cambios de posición entre los cuatro valientes, Jorge, Marc, Rossi... y el invitado inesperado, un soberbio Iannone con ganas de hacerse un nombre. El de Ducati, un tipo lanzado sin demasiados escrúpulos, fue el gran animador de la lucha final. Plantó cara sin complejos a Márquez, a Lorenzo y a su compatriot­a, les pasaba en la recta por velocidad, pero también con arrojo dejó secos a Marc y a Vale a falta de tres giros en uno de los adelantami­entos del año. Pero la gran ayuda se la prestó a Jorge, al superar a falta de tres curvas a Rossi y relegarlo a la cuarta plaza. Tres puntos más para el mallorquín, que se lo agradecía frotándole la cabeza afectuosam­ente.

“Estoy contento; es una buena sensación recortar puntos a Rossi”, se daba por satisfecho Lorenzo. No tanto Rossi, que nunca fue delante de Jorge ni tuvo opciones de ganar. “Es una gran pena y no estoy contento, sobre todo por no subir al podio, porque tenía el potencial para estar ahí, y también, por desgracia, por perder 7 puntos con Jorge, sobre todo porque mi velocidad era muy buena y podía llegar delante”. Según Valentino, el Mundial no se resolverá en Malasia. “Será el domingo 8 de noviembre en Valencia, a las 14.45, cuando sepamos quién será el campeón”. Palabra de Vale.

Lorenzo recibió la ayuda de Iannone, que perjudicó a su paisano Rossi, y este se benefició de Márquez Valentino, con 11 puntos de renta, será campeón en Malasia si suma 15 puntos más que Jorge

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 ?? ROB GRIFFITH / AP ?? En la curva 10, a falta de tres ángulos para la meta, Marc Márquez adelantó a Jorge Lorenzo con un interior que le quitó 5 puntos
ROB GRIFFITH / AP En la curva 10, a falta de tres ángulos para la meta, Marc Márquez adelantó a Jorge Lorenzo con un interior que le quitó 5 puntos

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