Los ‘low cost’ de la Premier
Vardy, Mahrez y Payet, los tres con un pasado difícil, son las gangas más rentables de la liga inglesa
Jamie Vardy llevó un brazalete de libertad condicional que le obligaba a estar en casa a las 18.30 horas. Una pelea de pub, defendiendo a un amigo, fue el motivo de tal castigo. Él quería triunfar como futbolista, y a sus 20 años jugaba en un equipo de la Northern Premier League, de categoría 7 y casi amateur. Le pagaban sólo 30 libras por partido. Si el encuentro era por la tarde, le sustituían con el tiempo justo para cumplir con el toque de queda.
Ocho años más tarde, tras ascender la compleja pirámide del fútbol inglés, el ahora delantero del Leicester lleva 9 goles y ha estado involucrado en 18 tantos en 19 partidos, recogiendo un cheque de 60.000 euros cuando termina la semana. Alguien que pensó en dejar el fútbol, que trabajó en un fábrica montando cabestrillos, viendo que el sueño profesional se desvanecía por ser de constitución pequeña, es ahora el máximo goleador de la Premier.
Riyad Mahrez se crió en un suburbio de París en el que las probabilidades de un futuro prometedor eran escasas. Vivía con pasión el fútbol, pero todos los entrenadores le decían que era enclenque. Incluso en los primeros pinitos, en su club local de Sarcelles, los técnicos no tenían muy claro si alguien tan frágil lograría ser profesional. El fallecimiento de su padre, cuando Riyad tenía 15 años, le cambió. “Creo que allí empezó todo. No sé si comencé a tomarme todo más en serio, pero tras la muerte de mi padre todo fue diferente. Ahora mi determinación para triunfar era total”, explicó en una entrevista al diario The Guardian. “Mi padre siempre me apoyó, siempre quiso que me dedicara al fútbol”. Tomando astutas decisiones, el centrocampista argelino es hoy el hombre de moda en la Premier. El compañero perfecto de Vardy en el vibrante Leicester de Claudio Ranieri. Un zurdo cerrado, mago del caracoleo, Mahrez lleva 33 regates en lo que va de temporada, cinco por delante de su máximo perseguidor en esta estadística, Eden Hazard.
Dimitri Payet ha traído toque y calidad a una de las revelaciones de este año, el matagigantes West Ham. Nacido en la Isla Reunión, 700 kilómetros al este de Madagascar, el francés es el timón del equipo de Londres. Protegido por el talento, el irreverente jugador no tuvo una adolescencia fácil. Tras dar el salto a Francia, la falta de concentración y sus problemas disciplinarios retrasaron su explosión y regresó a la pequeña isla. Aunque volvió a Francia años después y progresó en las categorías profesionales, sus problemas de comportamiento persistieron hasta que en Marsella Bielsa domó su ego. En Inglaterra ha sido una revolución. De sus botas han salido ya 33 ocasiones, creando más que nadie.
Vardy, Mahrez y Payet son el triunvirato que seguir. El primero costó 1,36 millones de euros cuando el Leicester aún estaba en Championship. El segundo fue una auténtica ganga de poco más de 544.000 euros. Y el tercero, podría parecer un despilfarro de 14,4 millones de euros… Si no se pone en perspectiva con Raheem Sterling –66 millones– o Kevin de Bruyne –78 millones–. Con casi 1.200 millones de euros invertidos este verano en fichajes, el sistema ha vuelto a tener su paradoja: los tres mejores jugadores son low cost. Uno pudo haber seguido en la fábrica, otro haber huido del deseo de su padre y el último arroparse en la burbuja de su isla. Y sin embargo, reinan en la Premier.
Vardy, goleador del Leicester, llevó un brazalete de libertad condicional por pelearse en un pub