Sònia Gainza
DIRECTORA DE APROPA CULTURA
La plataforma Apropa Cultura, que engloba a 55 equipamientos culturales y festivales de Catalunya con el objetivo de facilitar el acceso a la cultura a los colectivos más desfavorecidos, realizará la Setmana Apropa Cultura.
Los 55 equipamientos culturales que actualmente forman la plataforma Apropa Cultura han configurado para la semana que viene una serie de actividades y propuestas culturales especiales, dando forma a la primera Setmana Apropa Cultura. Teatros, auditorios, museos y festivales de toda Catalunya han unido esfuerzo y voluntades para ir un paso más allá en su objetivo, que no es otro que hacer llegar a la sociedad la importancia del acceso a la cultura para personas con algún tipo de discapacidad o en situación social adversa (en privación de libertad, inmigrantes, niños y adolescentes de centros abiertos, personas drogodependientes o mujeres víctimas de violencia de género).
El resultado es que entre el próximo lunes y el 1 de noviembre, las instituciones implicadas en la iniciativa–que arrancó en 2006– aumentarán el número de localidades dedicadas a estos grupos (a un precio máximo de 3 euros), organizarán encuentros entre diversos colectivos o talleres, visitas guiadas y otras actividades, algunas de las cuales per- miten que personas discapacitadas –por ejemplo– suban al escenario.
En total durante la semana que viene las instituciones implicadas en la plataforma Apropa Cultura realizarán más de doscientas salidas culturales por toda Catalunya con propuestas de teatro, música, danza, circo y artes visuales. Entre los implicados se encuentran L’Auditori –que fue el embrión del proyecto hace nueve años– CaixaForum, el Mercat de les Flors, el Teatre Lliure, el Macba, el CCCB, el Palau de la Música Catalana, el Gran Teatre del Liceu, el TNC, el grupo Focus, el Teatre Bartrina de Reus, el Auditori Barrades de l’Hospitalet, el Auditori la Mercè de Girona, los teatros Condal y Villarroel de Barcelona, la Faràndula de Sabadell, el Kursaal de Manresa) o el Teatre-Auditori de Sant Cugat.
Además del programa intensivo de actividades que se desarrollará a lo largo de esos siete días, la Setmana también quiere funcionar como una campaña de sensibilización dirigida a la ciudadanía, con “la idea de poder dar visibilidad durante una semana a algo que ocurre todo el año, y promover de esta manera que muchos equipamientos culturales hagan algo más durante estos días”, instó Sònia Gainza, directora del programa. Fue ella también quien destacó ayer durante la presentación pública de la Setmana, su vocación educativa, que va más allá de facilitar el acceso a la cultura de aquellos colectivos vulnerables: “estamos invirtiendo bastante en formación para que los educadores sociales aprendan como trabajar en el día a día con las artes para alcanzar estos objetivos educativos”.
En otro momento del acto, la vicepresidenta del Govern y consejera de Benestar Social i Família, Neus Munté, manifestóque la iniciativa supone una mayor “autoestima” para los usuarios y un efecto de más “conocimiento mutuo entre usuarios, colectivos e instituciones”. Su compañero en materia cultural del Govern, Fe- rran Mascarell, destacó cuando afirmó que “la importancia” de esta iniciativa es haber conseguido que “el conjunto del sector cultural diga y materialice la idea de que la inclusión social también es responsabilidad de la cultura, algo que no era tan obvio”.
Había expectación por la postura municipal en torno a esta Setmana Apropa Cultura, posición que verbalizó la segunda teniente de alcalde, Laia Ortiz (la comisionada de Cultura, Berta Sureda, sentada en primera fila, no tomó la palabra). Aseguró sentirse satisfecha del programa pero consideró que “hace falta fortalecer el camino recorrido”, dando “un salto adelante” con todos los equipamientos implicados. Y eso no solo ampliando “la
En la iniciativa, auspiciada por L’Auditori, participan el Liceu, el Macba, CaixaForum o el Lliure
red” ya existente de entidades, sino también “dando un salto adelante en el significado de lo que es la accesibilidad universal a la cultura, flexibilizando y ampliando la dimensión educativa que se hace desde los servicios sociales, las entidades y los propios equipamientos”. En opinión de la regidora, el objetivo de esta iniciativa y de la plataforma sería que la cultura se considerase como un elemento tan esencial e imprescindible para estos colectivos como lo son los alimentos.