Contra la FP taurina
Un estudio de 20.000 personas desmiente una popular teoría
El nuevo módulo de tauromaquia, que equipararía los oficios relacionados con el toreo con otros como la carpintería o la jardinería, ha despertado un gran rechazo social plasmado en las más de 20.000 firmas recogidas en su contra en un día.
Ser el hermano (o hermana) mayor o menor de la familia, o ser del medio en familias numerosas, no tiene ninguna influencia significativa en la personalidad, concluye una investigación que ha analizado datos de más de 20.000 personas de Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido.
Los resultados desbaratan una popular teoría que sostiene que los hermanos mayores tienden a ser más dominantes y responsables, mientras que los menores suelen ser más sociables y creativos. Esta teoría, ampliamente aceptada, nunca se había evaluado de manera rigurosa hasta ahora con datos de una muestra amplia de población.
La investigación, realizada por psicólogos de la Universidad de Leipzig (Alemania) y presentada en la revista PNAS, ha analizado las llamadas cinco grandes dimensiones de la personalidad en función del orden de nacimiento dentro de la familia: extraversión, estabilidad emocional, cordialidad, responsabilidad y apertura a nuevas experiencias. Asimismo, se han analizado datos de capacidad de imaginación y de pruebas de inteligencia. Estas variables se han examinado en adultos jóvenes (en la muestra de EE.UU.), en personas de 50 años (en el Reino Unido) y a lo largo de toda la vida (en Alemania). Tal como predice la teoría del nicho familiar, que presupone que el carácter de los hermanos se forma a partir del nicho ecológico que ocupan dentro de la familia, se han observado casos de hermanos mayores más responsables y de hermanos me- nores más afables y emocionalmente estables.
Pero también ha habido casos de hermanos mayores más afables y de hermanos menores más responsables. Y cuando se ha analizado la totalidad de la muestra, no ha aparecido ninguna diferencia estadísticamente significativa para ninguna dimensión de la personalidad en función del orden de nacimiento. Es decir, la probabilidad de tener un carácter u otro es la misma para hermanos mayores, menores y del medio.
El único apartado en que se han registrado diferencias es el de la inteligencia, que suele ser ligeramente superior entre los hermanos mayores, algo que ya se había visto en estudios anteriores. Aun así, las diferencias de inteligencia entre unos y otros son pequeñas.
“El orden de nacimiento parece tener poco efecto en cómo nos desarrollamos”, destacan los autores de la investigación en PNAS. Dado que el estudio se ha basado en datos de personas adultas, no puede descartarse que en edades infantiles sí se observe algún efecto. Pero “no tiene un impacto significativo y duradero en las cinco grandes dimensiones de la personalidad”, concluyen los investigadores.