Un eritreo es linchado en Israel al ser tomado por un terrorista
El refugiado fue asesinado por la turba tras un ataque palestino en una estación
El linchamiento de un refugiado eritreo que fue confundido con un terrorista palestino ha suscitado un fuerte debate en los medios de comunicación, las redes sociales y en la calle israelí. El domingo por la noche, el palestino Muhand al Ukbi, residente del poblado beduino de Yura, apuñaló a varios transeúntes israelíes en la estación central de autobuses de Beer Sheva, la capital del sur de Israel. Luego logró arrebatar el fusil a un sol- dado y le disparó a quemarropa, matándole en el acto. El atacante fue ayudado por un pariente, que fue arrestado horas más tarde.
En medio del caos, un agente de seguridad de la estación confundió a un inmigrante eritreo, Haptom Zerhom, de 29 años, con uno de los agresores y le disparó en las piernas. Cuando yacía en el suelo una turba le golpeó, pateó y escupió. Falleció poco después en el hospital. El dramático error del agente y el brutal linchamiento son el resultado del pánico provocado por la treintena de apuñalamientos y ataques cometidos en las últimas semanas en varias ciudades israelíes por jóvenes palestinos. En un mes de violencia, han muerto nueve israelíes y 41 árabes, de los cuales 20 han sido identificados como agresores y el resto han fallecido en enfrentamientos con las tropas israelíes.
El primer ministro, Beniamin Netanyahu, que se reunió ayer con miembros de su partido, el Likud, condenó el asesinato del eritreo y declaró que “Israel es un país que respeta la ley, y en el que nadie tiene derecho a tomarse la justicia por su cuenta”.
Netanyahu dio el pésame a la familia y el portavoz de la policía afirmó que están revisando las cámaras de seguridad para identificar a quienes golpearon al migrante y le lanzaron objetos. “Es terrible,” manifestó el portavoz del premier israelí y añadió: “Esto refleja la terrible situación en la que nos encontramos”.
El rotativo hebreo Yediot Ahronot tituló tajantemente: “Sólo por el color de su piel”. El ataque en Beer Sheva es el atentado más violento desde el inicio de esta nueva ola de violencia. Murió un soldado israelí de 19 años, además del terrorista palestino y el eritreo. Otras nueve personas resultaron heridas. Uno de los atacantes, identificado como Dudu, lamentó en la radio israelí su participación en el ataque contra el joven eritreo. “Entendí por la gente que era el terrorista. Si hubiese sabido quién era realmente, le hubiese protegido como me protegí a mí mismo. Me duele mucho y no pude dormir en toda la noche”.
Haptom Zerhom estaba en Beer Sheva para renovar su visado. Hay 34.000 migrantes eritreos en Israel, que no les otorga estatus de refugiados ni tampoco les deporta a Eritrea para no poner en peligro sus vidas. Por este motivo deben renovar su visado cada dos meses.
Rotem Ilan, dirigente de la Asociación de Derechos Humanos de Israel, lanzó ayer un llamamiento a los líderes israelíes para que dejen de exaltar a la opinión pública y tranquilicen a la gente: “Esa debe ser la función de nuestros dirigentes políticos, que hacen exactamente lo contrario”.
Mientras, la policía israelí acabó la construcción de una barrera de hormigón que separa el barrio palestino de Yabel Mukaber del vecino asentamiento judío de Armon Hanatziv en Jerusalén Este. La barrera se ha colocado para dificultar la entrada en la parte judía de jóvenes palestinos, ya que en la última semana cuatro atacantes procedían de ese barrio.
Lo que nadie esperaba es que, en el gabinete de Defensa, Netanyahu, que siempre ha defendido la reunificación de Jerusalén, fuese acusado por los nacionalistas de su Gobierno de dividir la ciudad santa. Ante esta situación, rechazó el proyecto de colocar más barreras y envió al ministro Zeev Elkin a explicar a los medios que son “barreras temporales colocadas por motivos de seguridad, pero que serán retiradas en un futuro cercano”.
En Gaza, el portavoz de Hamas, Fathi Hamad, pidió a los palestinos que continúen sus ataques, de preferencia atropellando israelíes. “Esta intifada y esta guerra santa no pararán”, dijo.
Netanyahu coloca una barrera en Jerusalén Oriental, pero rechaza levantar más ante las críticas nacionalistas