El PP obvia la presión del ala dura y se erige en voto útil el 20-D
La FAES insiste en pedir a Rajoy que vuelva a la esencia del partido
Las disfunciones siguen pero la dirección del PP trata de obviarlas. A pesar de la semana de crisis que vivieron los populares y de que la fundación que preside José María Aznar ha vuelto a dar un toque a Rajoy por la “grieta” que se está produciendo en el espacio electoral de centroderecha, los populares siguen a lo suyo, con el comité de campaña ya constituido y con una decisión firme: “No vamos a perder ni un minuto en mirarnos al ombligo”, dijo ayer Pedro Casado en rueda de prensa tras la reunión del comité de dirección, presidido por María Dolores de Cospedal, en ausencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El vicesecretario de comunicación del PP, en contra de lo que señalan esas críticas, presentó un PP como una formación “en la que cabe cualquier persona que no se identifique con la izquierda”. Quien cumpla esa simple condición, dijo Casado, “sabe que el voto útil es el voto al PP, una formación abierta, inclusiva, que es capaz de llegar a pactos, pero que va a defender con firmeza los principios y valores que le han caracterizado, y lo que considera imprescindible, como la unidad de España y las reformas económicas.
“La única crisis que combate el PP es la crisis económica”, insistió el vicesecretario de organización ante la preguntas sobre el enfrentamiento habido entre los ministros de Exteriores y de Hacienda y el del PP con el ala más dura del PP, representada por José María Aznar.
Un Aznar que ayer volvió a la carga, no de forma directa, sino a través del editorial de la publicación Cuadernos de Pensa- miento Político de la FAES, en el que en un lenguaje menos beligerante que el utilizado por Aznar en sus últimas críticas, tras las elecciones catalanas, subraya que el PP debe recuperar el proyecto y los principios que hicieron posible la victoria de los populares hace cuatro años, porque todavía es posible ganar. “Nada está decidido y casi todo está pendiente de resolverse”, dice, pero alerta de que “el desga- rro social producido, la transferencia de voto en perjuicio del PP, la posibilidad de un escenario político que incentive la concentración del voto de izquierda para que no siga el PP, y la probable consolidación de una grieta en el espacio electoral del centroderecha, son hechos ante los que cabe adoptar diversas actitudes, sabiendo que, a su vez, conducen a resultados distintos”.
Lo que la FAES pretende criticar es de nuevo el inmovilismo, no hacer nada para parar la sangría, y por eso su recomendación es que “para conjurar ese peligro es necesario profundizar en las razones y en el intenciones del proyecto que mereció una amplísima mayoría hace 4 años”.
El PP no da más importancia a la crítica y va a lo suyo, minimiza el impacto de Ciudadanos, destaca que no se sitúa en el centroderecha, sino en el centroizquierda, como quedó claro en el debate de Albert Rivera y Pablo Iglesias en La Sexta. Para combatirlo, sigue con su estrategia: vender “experiencia, fiabilidad y confianza”, no prometer lo imposible y convencer de que “sabemos como hacer las cosas, tenemos muchas horas de vuelo y un liderazgo fuerte”, frente a los que “nunca han gestionado dinero público”, y con una promesa: “Nos vamos a dejar la piel”.
La Fundación de Aznar alerta de la “grieta en el espacio de centroderecha” que está socavando al PP