Promover la gobernanza
No nos referimos ni al conocimiento técnico, ni a la pericia profesional, ni a las grandes inversiones económicas. Se trata de una cuestión más sutil y que tiene que ver con los valores y las actitudes, con la sensibilidad, con la manera de pensar, de actuar y de tomar decisiones. Con el nivel de conciencia, en definitiva, con el cual las personas y las organizaciones se relacionan con su entorno más inmediato.
¿A quién y cómo afectan las decisiones que toma nuestra empresa? ¿Qué cuestiones (o materias) tendríamos que incorporar en nuestra gestión ordinaria? ¿De qué grandes retos nos tendríamos que sentir corresponsables porque, a diferencia de lo que tradicio- nalmente se había considerado, también nos incumben y resultan fundamentales para el éxito y la sostenibilidad de nuestra organización?
El nuevo paradigma colaborativo significa exactamente eso. Hoy en día no hay ningún actor (ni político, ni empresarial ni social) con capacidad y legitimidad para actuar unilateralmente. Al contrario, es imprescindible contar con el diálogo, la participación y la complicidad de todos los actores.
Un buen ejemplo para ilustrarlo es el convenio de colaboración, firmado el pasado 24 de agosto, entre el Departament d’Interior de la Generalitat y las empresas de servicios básicos Aigües de Barcelona, Endesa y Gas Natural Distribución con el objetivo de mejorar la coordinación en las intervenciones en la vía pública. Un protocolo operativo similar, impulsado por el Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Barcelona y estas mismas compañías, ya existe en la capital catalana desde el 2008. En esta ocasión se trataba de extender la iniciativa, a través de los Bombers de la Generalitat, en 14 municipios del área metropolitana de Barcelona, con la intención, de cara al futuro, de acabar llegando a toda Catalunya.
Este acuerdo es el resultado de más de un año de trabajo de las áreas técnicas y jurídicas de las tres empresas mencionadas, de los Bombers de la Generalitat y del Institut Cerdà. Estas iniciativas, que requieren grandes dosis de esfuerzo y tenacidad, pero no requieren inversiones multimillonarias, acostumbran a ser invisibles para la ciudadanía. No obstante, estas actuaciones son las más valiosas para fortalecer la cultura de la colaboración, la resiliencia y la capacidad de gobernanza del país.