La Vanguardia (1ª edición)

“Me ha hecho pequeña”

Las secuelas emocionale­s de haber tenido un cáncer de mama

- ANA MACPHERSON Barcelona

Las cifras de cáncer de mama tienden a estabiliza­rse en toda Europa y también aquí. La detección precoz mejora, participan más mujeres en los planes de cribado, y son efectivos (el año pasado se detectaron gracias a esas mamografía­s periódicas más de 1.200 casos en Catalunya). Los tratamient­os son cada vez más específico­s para ese tipo de tumor que ya no se llama simplement­e cáncer de mama, sino que se le cita por alguno de los diversos apellidos que hoy permiten distinguir el origen, su punto flaco para ser atacado, su pronóstico. Y la mortalidad se reduce cada año un 4% más: ahora sobreviven a los 5 años el 85% de las afectadas.

Todo va bien, muy bien, mejor que en otros muchos cánceres. “Pero a mí la enfermedad me ha hecho pequeña”, resume una de las participan­tes en una sesión de grupo de supervivie­ntes de cáncer de mama que reciben tratamient­o poscáncer en el Institut Català d’Oncologia (ICO). Una decena de mujeres ponen en común todo lo que les provoca ese cáncer y que no se resuelve con quimio, radio y cirugía.

“Como yo siempre tiro pa’lante con todo, él no lo ve. Estoy con mis neuras y él me ve bien. Me dan bajones, te vuelves más intolerant­e”.

“Te sientes culpable por estar enferma y porque te tengan que acompañar, así que qué le vas a decir. Dices ¡estoy fatal! y te responde ‘pero ya te lo habían dicho’”.

“Dudas de si realmente estás curada. Hay tanto cambio físico que no eres tú. Estás pelona, te miras desnuda en el espejo, te intentas acostumbra­r a todos esos cambios que ahora eres tú. Y los demás te dicen que ya se ha acabado todo y tú sabes que no, qué va. A partir de ahora serás así, de ese otro modo”.

“De repente te duele en la espalda, ¿será una metástasis en algún sitio y no lo han visto?”

“Has acabado la última sesión y todo el mundo está eufórico, pero tú has de ir cada seis meses a la revi- sión, durante los próximos diez años. No, no está ya”. “La semana antes de la revisión.... Eso no se ve. Sólo que te ha salido el pelo y oyes a tu alrededor ‘¡es genial!, ¿cuándo empiezas a trabajar?’. Y tú no puedes. Tu entorno quiere verte bien y espera tanto de ti. Y no tiene nada que ver con cómo te sientes”.

“Todo el mundo me exige que sea como la de antes. Es un choque entre ese yo que ven ellos y el yo de ahora”.

“Lo más difícil es que los demás asuman el cambio real que hay en ti. Por eso muchos lo evitan y no saben cómo acercarse a ti. Ni te llaman. En cambio descubres a otros que te sorprenden, siempre a tu lado, sin abandonar nunca”.

“Y si reaparece, como en mi caso, piensas: ¡otra vez! ¿Por qué para curarme tengo que ponerme tan mal?”.

En el ICO han tratado psicológic­amente a unas 350 supervivie­ntes de cáncer de mama en diez años, menos de la tercera parte de las que, están seguros, lo necesitan. El apoyo psicológic­o tiene impacto medible: retrasa de dos a tres meses la reaparició­n si esta ocurre y adelanta la incorporac­ión laboral.

Tratamient­o, detección y superviven­cia mejoran año tras año: la asignatura pendiente es el poscáncer

 ?? JORDI PLAY ?? Supervivie­ntes de cáncer de mama atendidas en el ICO durante una sesión de grupo con el psicooncól­ogo del equipo Cristian Ochoa
JORDI PLAY Supervivie­ntes de cáncer de mama atendidas en el ICO durante una sesión de grupo con el psicooncól­ogo del equipo Cristian Ochoa

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain