Un viaje para tomar impulso
El Barça tiene ante el BATE la ocasión perfecta para poner tierra de por medio
Para un Barça en plenitud y con un banquillo profundo, el encuentro de esta noche se presentaría como un más que posible paseo. Uno de aquellos caramelos que ofrece la Champions en la liguilla, un partido plácido por más que el desplazamiento resultó extraño, por entrenar sólo en Barcelona antes del vuelo y por dormir en Minsk, a más de 70 kilómetros de Borisov, donde se disputará el duelo ante el BATE. Pero este equipo de Luis Enrique que vive en la supervivencia, a veces como sinónimo de excusa, por sus lesionados de tronío y por su falta de relevos de garantías, no puede tomarse ningún compromiso a broma porque todos los contrarios le están haciendo daño. Y menos dentro de un grupo que todavía está igualado. Los dos partidos contra el equipo bielorruso, el de hoy y el siguiente en el Camp Nou, deben servir al Barcelona para pegar un buen estirón en la cabeza de la clasificación y para adquirir un interesante colchón.
De paso, el Barça tiene la oportunidad de recuperar solidez y de intentar mantener por fin la portería a cero, se supone que con la vuelta de Ter Stegen a la titularidad. “Sumar seis puntos contra el BATE sería casi definitivo”, admitió Sergio Busquets. Para conseguirlo bien hará el equipo en proteger más su área. “Tenemos que mejorar defensivamente. Es un problema de todo el equipo, empezando por el entrenador y estamos buscando soluciones colectivas”, explicó Luis Enrique, que no quiso entrar en el caso de las estelades.
El BATE no tendría que ser un rival de entidad pero, por si acaso, el Barça no ha de olvidar que los de Borisov fueron capaces de conseguir una cosa que no lograron los blaugrana, doblegar al Roma. El 3-2 ante los italianos ha de ser un aviso de que el menor despiste corre el riesgo de convertirse en una frivolidad peligrosa. Sí, es verdad, que hace cuatro años el Barcelona se exhibió con facilidad ante el BATE, entonces en Minsk, con una victoria por 0-5. Marcaron Messi dos goles, Pedro y Villa. Ninguno de ellos está. Sólo queda Volodzko, que se metió un tanto en propia puerta. No fue la única visita de algunos blaugra- na a Bielorrusia, puesto que Piqué, Busquets y Jordi Alba jugaron el año pasado con la selección española en el Borisov Arena, el flamante estadio en que el BATE se quiere hacer fuerte hoy. “No esperamos para nada un encuentro fácil, va a ser complicado. Fueron contundentes ante el Roma, esa es la referencia que tenemos que tener en cuenta”, avisó el técnico blaugrana, que compareció después de cenar.
El Barça ya puede contar con Vermaelen para una defensa que sigue siendo la línea con más efectivos y la más discutida, aunque todavía no han jugado juntos este curso Alves, Piqué, Mascherano y Alba, la zaga de la final de la Champions de Berlín. Aunque si hay problemas siempre se puede recurrir a Luis Suárez y Neymar, que aún no ha visto puerta en esta Champions y que ayer se mostró muy cariñoso con los chavales del juvenil que viajaron por la Youth League. El brasileño vive radiante, bromea todavía más, compró en El Prat un muñeco que se parecía a Douglas y transmite felicidad. Aunque también sería una fenomenal noticia para el equipo que los centrocampistas, sobre todo Rakitic, comenzaran a meter algún gol más o que Sandro o Munir acertaran con la red teniendo en cuenta que el adversario no es de primera categoría.
Un rival que no dispondrá del exblaugrana Alexander Hleb, por un problema muscular. A sus 34 años es un rara avis en la estructura del BATE, más basado en jugadores poco conocidos. Sólo cuenta con cinco extranjeros: un letón, un montenegrino y tres serbios, entre ellos el lateral izquierdo Mladenovic, autor de dos goles en el triunfo ante el Roma. Son modestos pero ya no son principiantes y aspiran a enredar al Barça en Bielorrusia, que recibió al equipo blaugrana con una densa niebla. Los barcelonistas tratarán de salir de ella, aunque Luis Enrique sigue con sus cuitas. Ayer la prensa volvía a viajar con el equipo, como excepción. Al técnico le tuvieron que explicar muy bien por qué se hacía esta salvedad. Eso sí, al menos se despidió con un mensaje optimista: “Vamos a llegar a diciembre bien. Todas estas vicisitudes que está sufriendo la plantilla nos refuerzan y refuerzan también a nuestra afición”.
“Vamos a llegar bien a diciembre, todas las vicisitudes que estamos viviendo nos refuerzan”