Rajoy promete gobernar sólo si el PP es la lista más votada
Los populares europeos se colocan frente al secesionismo y la división
Portugal es el ejemplo de lo que puede pasar en España, y el PP lo aprovechó ayer para lanzar un mensaje a sus votantes. El resultado electoral portugués, con una posible alianza de izquierdas que puede dejar sin el gobierno al partido homólogo del PP, el del actual primer ministro Pedro Passos Coelho, puede ocurrir en España porque, en palabras de Mariano Rajoy, “El PSOE se aliará con cualquiera para que no gobierne la lista más votada”.
El congreso del Partido Popular Europeo (PPE) comenzó ayer en Madrid con la noticia de que uno de sus miembros perdía el Gobierno en favor de la izquierda. A ello se refirió Mariano Rajoy a su llegada al Palacio de Congresos, donde se comprometió a no hacer lo que reprocha a otros. “Yo, desde luego, no lo haré. Gobernaremos si somos la primera fuerza política de España”.
Sólo lo hará si gana, porque es lo que le pide a los demás: “Espero que eso no pase en España y que la lista más votada pueda gobernar, ya que, democráticamente, es lo que hemos vivido siempre en España”.
Unas palabras calcadas a las que pronunció después la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que en la inauguración del cónclave de los populares europeos, subrayó que “Coelho ganó, y hoy por primera vez, la izquierda se ha unido para que no gobierne el partido más votado”. Así que se dirigió más a los votantes del PP en
La CSU de Baviera vota contra la resolución de la integridad territorial
España que a los compromisarios europeos: “Tenemos que ser conscientes de lo que puede pasar”, dijo, a la vez que alertó contra “los demagogos que sólo conducen a la miseria” y contra la izquierda “de eslóganes, el populismo y la riada de radicalismo” que conducen “al paro, a la recesión, a la desconfianza y ala inseguridad”.
Mensajes en clave española, como lo fue casi todo el desarrollo de la primera jornada del congreso. El presidente del PPE Joseph Daul, dio su apoyo a Rajoy en las próximas elecciones: “España es ahora un ejemplo para Europa”, dijo, y fue más allá. Considera que Rajoy “ha cumplido con su país” y que los electores “lo van a reconocer”.
Ya en los prolegómenos del cónclave, durante la ceremonia del premio Nueva Economía Fórum concedido a Jean-Claude Juncker, que le entregó Mariano Rajoy en el Palacio de la Moncloa, si el presidente del Gobierno español desta- có como característica del presidente de la Comisión Europea que “ha sido un firme defensor de la unidad en la diversidad”, Juncker habló de “la necesidad de respetar a las naciones, que deben seguir unidas en su interior”.
Ya en el congreso, la resolución sobre la integridad territorial de los estados que habían promovido el PP español, la CDU alemana y Les Republicains de Sarkozy, fue aprobada por el comité de las Regiones, por la Asamblea Política y en el plenario fue aprobada por una inmensa mayoría, aunque los representantes de UDC han decidido no participar en la reunión y algunos de los 16 delegados de la CSU de Baviera, socia de Merkel, votaron en contra, porque consideran que al hablar sobre de la integridad territorial y no mencionar la autonomía de las regiones, va contra el sentimiento federal existente en Alemania.
La resolución critica los nacionalismos, subraya que nadie está por encima de la ley y que las normas internacionales no permiten el derecho a la autodeterminación a estados democráticos, cuyos ciudadanos han podido elegir libremente a sus gobernantes, a la vez que afirma que “el proyecto de futuro de la Unión Europea se basa en la integridad territorial de los estados y el respeto a esa integridad”. Indica también que el Tratado de la Unión “protege el respeto por el sistema constitucional de los estados” y que “cualquier forma de secesionismo o interferencia externa en un estado miembro es contrario a la naturaleza inclusiva de la Unión”.
La resolución recuerda que un territorio que deje de pertenecer a un estado deja de pertenecer a la UE y sus ciudadanos pierden su ciudadanía europea porque la tienen por la pertenencia a un estado. “Podemos afirmar con firmeza que cualquier soberanía autoproclamada o cualquier declaración unilateral de secesión que forme parte de un estado miembro está fuera de la legalidad y no puede ser reconocido como legal por otros estados miembros”. Por eso, sostienen, la independencia de un territorio supondría su salida de la UE y tendrían que empezar el proceso de integración.