Un joven ultra siembra el terror en una escuela sueca
El agresor, seguidor de Demócratas de Suecia, mata con un sable a un maestro y un niño
Un joven ultraderechista de 21 años conmocionó ayer a Suecia. Entró en una escuela de Trollhättan, en un barrio de inmi- grantes, con el rostro cubierto por una máscara y un sable en la mano, y mató a un profesor y a un alumno.
Un crimen con tintes ultraderechistas en una escuela de un barrio de inmigrantes conmocionó ayer a Suecia. El agresor, de 21 años, irrumpió en la cafetería del centro, situado en la ciudad industrial de Trollhättan, a las diez de la mañana con el rostro cubierto con una máscara a lo Guerra de las galaxias, un casco y una capa negra hasta los pies. Iba armado con un sable, pero los alumnos creyeron que era una broma, un disfraz de Halloween, e incluso se fotografiaron con él. Pronto descubrieron que no se trataba de ninguna payasada.
El enmascarado comenzó a atacar con su espada y otro largo cuchillo que sacó, yendo de clase en clase y apuñalando a quienes abrían la puerta. Mató a un profesor en el acto y a un alumno de 11 años que sucumbió a las heridas en el hospital. También hirió de gravedad a otras dos personas antes de ser reducido a tiros por la policía, que al llegar a la escuela después de recibir una llamada de socorro encontró un reguero de sangre por los pasillos.
El agresor murió después en el hospital. Los dos heridos –otro maestro, con daños severos en el abdomen, y un alumno de 15 años, con heridas en la pleura y otras zonas del cuerpo– se debatían anoche “entre la vida y la muerte”, según los médicos.
El hecho de que el ataque hubiera ocurrido en una escuela de alumnado inmigrante hizo sospechar muy pronto de las motivaciones xenófobas de su autor. La prestigiosa revista antirracista sueca Expo fue la primera en asegurar que había hallado claras muestras de simpatía con la ultraderecha en las redes sociales del joven agresor y que también la policía estaba siguiendo la pista de la motivación política.
Las autoridades señalaron que el joven –cuya identidad no reveló– era de Trollhättan y que no parecía que tuviese ninguna rela- ción con la escuela ni antecedentes criminales. La policía dijo que en el registro de su vivienda se habían encontrado “cosas interesantes” y más tarde confirmó que estaba investigando posibles simpatías con la extrema derecha.
Según la revista Expo, el joven seguía en YouTube a un influyente bloguero neofascista sueco y le había dado al “me gusta” a varios vídeos que había colgado donde critica el “infernal proyecto multicultural” y el “control judío de los medios de comunicación en la cultura occidental”, glorifica la Alemania nazi o subraya “la importancia de la raza”.
También en su cuenta de Facebook, había dado apoyo a la campaña del partido de ultraderecha Demócratas de Suecia para celebrar un referéndum sobre la inmigración. Expo, una revista fundada por el difunto Stieg Larsson, es la organización que mejor conoce la escena de la extrema derecha en Escandinavia.
La escuela de Kronan está en Trollhättan, una localidad industrial de 50.000 habitantes situada
El autor veía vídeos nazis y era seguidor de Demócratas de Suecia, según la revista antirracista ‘Expo’
a 75 kilómetros al norte de Göteborg. Sufre un alto índice de paro: el 13,9%, casi el doble que la media nacional. La ciudad es conocida por ser la cuna del fabricante de automóviles Saab, que tenía aquí su sede y su principal planta de producción. Cuando Saab echó el cierre en el 2011, miles de personas perdieron su trabajo. El ayuntamiento es hoy el primer empleador de la ciudad.
Casi uno de cada cuatro habitantes es de origen inmigrante y Trollhättan ha sido descrita como una de las ciudades más segregadas de Suecia. La mayoría de inmigrantes se concentran en el barrio de Kronogarden, situado a unos dos kilómetros del cen- tro de la ciudad y precisamente donde se ubicaba la escuela atacada. La mayoría de los 400 alumnos de la escuela –de 6 a 15 años– son de origen extranjero y, muchos, además, recién llegados a Suecia, uno de los países europeos con una política de asilo más generosa. Este año espera recibir 190.000 refugiados, una cifra récord que deja las estructuras de acogida “al límite de su capacidad”, admite el Gobierno.
El partido Demócratas de Suecia, cuya bandera es la lucha contra la inmigración, obtuvo en Trollhättan, tradicional feudo socialista, un 10,7% de los votos en las elecciones de septiembre. Es un resultado inferior a la media nacional (12,9%), pero el partido xenófobo fue, de lejos, la formación que más creció en la ciudad, con más de ocho puntos. La alcaldesa de Trollhättan, Annika Wennerblom, insiste en que la ciudad necesita mano de obra in- migrante ante el envejecimiento de la población. Pero también reclama más ayuda del Gobierno para que la ciudad pueda ofrecer viviendas y escuelas e integrar.
El personal docente de la escuela de Kronan se había quejado de la inseguridad para los alumnos al existir en el centro varios locales abiertos a todo el público, como la cafetería y la biblioteca. Precisamente el ataque de ayer comenzó en la cafetería. Los ataques en centros escolares no son nada habituales en Suecia, donde el último ataque de este tipo ocurrió en 1961, cerca de Göteborg. En el 2004, un ataque en una escuela de Malmö fue abortado.
El rey Carlos XVI Gustavo dio sus condolencias a las víctimas. “Suecia está consternada”, dijo. El primer ministro, Stefan Löfven, habló de un “día negro para Suecia”.
El primer ministro habla de un “día negro para Suecia”, un país poco habituado a este tipo de ataques